España está de enhorabuena. Si se lleva a cabo la petición del Gobierno de revisar la Constitución para evitar lenguaje sexista, vamos a pasar de tener una Constitución a tener dos. Sobre todo por el volumen que va a ocupar. Y será hasta más limpia, oiga, porque en el lugar de Carta Magna tendremos Carto Magno, que suena a gel de baño del bueno.
Va a estar entretenido esto de ver Preámbulos/as, Títulos/as y Artículos/as de la Constitución/ona del setenta y ocho o setento y ocha. Yo, que jamás me la había leído entera, prometo hacerlo, si esto se lleva a cabo, porque debe estar tela de entretenida.
Se ve que hay criaturitas a los que esto de generalizar por medio del plural masculino les resulta ofensivo y sexista. Es una muestra más de los tiempos que vivimos. Y no, ni soy machista ni machisto. Es algo más que eso. Es solo una cuestión de sentido común.
Ver sexismo en el uso del termino españoles para englobar a todos los ciudadanos de este país, independientemente de su sexo, es tan ridículo como ver sexismo en usar el término personas alegando que es femenino. Pero vivimos en tiempos de idiotez generalizada, todo ofende, todo molesta, todo indigna y vamos abocados a un precipicio con caída libre. Y si queremos lenguaje inclusivo, quizás Pedro Sánchez debería convocar un congreso donde el PSOE y sus militantes debatieran renombrarse en PPSSOOEE o Partido y Partida Socialista/Socialisto Obrero y Obrera Español y Española, y así todos contentos. ¡Que harturo, señoríos! ~