La historia parece concebida por Julio Verne, pero ha sido una ocurrencia de Donald Trump, a quien, aficionado al Monopoly e invitado por la reina Margarita a una visita oficial a Dinamarca, se le ocurrió comprar Groenlandia, la isla más grande del mundo. En Escuela de Robinsones, el gran escritor francés empieza con una subasta en la que dos señores muy gordos y muy ricos luchan por comprar una islita estadounidense que le sobraba al Estado... Y en Twitter, el presidente estadounidense de veras lanzó “el concepto”, dice él, de comprar ese trozo del planeta de más de dos millones de kilómetros cuadrados -como México más o menos- y unos 55.000 habitantes -más o menos la población de Utrera.
Toda la negociación se ha hecho vía Twitter, que es esa nueva notaría en la que los políticos dirimen sus tiras y aflojas a la vista de todo el mundo. Trump lanzó el dardo y la primera ministra danesa, Mette Frederiksen, la calificó de “absurda”. De modo que Trump se enfadó y canceló la visita hasta nueva orden.
Hasta mediados del siglo pasado, Groenlandia era una colonia de Dinamarca, pero se convirtió entonces en una comunidad autónoma y bastante alejada, hacia el Ártico, del país europeo, algo así como ocurre con nuestras Canarias. En Groenlandia, tiene EEUU algunas bases militares, y la ocurrencia de Trump no parece tanto una ocurrencia como una respuesta a algún amago tácito que no conocemos de China o Rusia, teniendo en cuenta que bajo la enorme isla hay también enormes yacimientos petrolíferos y de gas...
Por debajo de la aparente broma, que no lo es, subyace el nuevo concepto de colonización ligado al capitalismo. Todo es comprable si se tiene el dinero suficiente. Y a Trump le ha bastado echar un vistazo a Groenlandia en el mapa para calcular que lo tiene.
En Andalucía, otra tierra estratégicamente situada en el Viejo Mundo, también tiene EEUU dos bases militares desde hace tiempo, pero menos mal que su extensión es muchísimo menor y vamos para los nueve millones de andaluces, con lo que la compra no le compensa. Menos mal.