Pedro Sánchez, camisa blanca de mi esperanza, ¿qué podemos esperar de ti? Ganaste apabullando, un morrocotudo lío, sobre todo para ti. Esperemos que no tengas que echar de más una victoria tan incontestable. Ganó tu persona, pero sobre todo tu discurso: ¡No es no! o lo que es lo mismo ¡sí es sí! Pues bien, ¿y ahora qué?
Acto de contrición: nunca debió el PSOE abstenerse para darle el poder a Rajoy. Ya puestos en caída libre, continúese hasta la derrota final. ¡Nein ist nein! sea dicho con firmeza. Propósito de enmienda: hay que echar al PP y deshacer el error una vez cumplida la penitencia. Mónica Oltra es más lista que Pablo Iglesias de aquí a Pekín y algo tendrá que ver lo que han estudiado. La ciencia política se ocupa de analizar las formas del poder, el derecho en cambio se entretiene en constituirlo y limitarlo. A Iglesias su vanidad le pide demostrar que es él el que manda (análisis descriptivo), la Oltra prefiere ser la que lo crea (análisis prescriptivo). La líder valenciana le pide a Pablo que retire su moción de censura e invita a que sea Pedro Sánchez el que la presente una vez haya amansado a su partido (lo que no será difícil: en el PSOE son maestros en el prietas las filas y brazos caídos). Al amigo Pedro, puente de plata.
Sánchez en su laberinto. Tendrá que gestionar muy bien las expectativas creadas si quiere salir ileso o, mejor dicho, triunfante. ¿Cuándo y sobre todo cómo llegar a ser presidente? He ahí la cuestión. Tempus: el triunfo de la moción de censura puede valer un referéndum en Cataluña, un soberano al aire, ¿cara o cruz? Un altísimo coste, aunque pueda parecer que no tanto para quién ha vendido como nueva la idea de la España plurinacional. La piel de toro cogida al fin por los cuernos, fin y término de la conllevanza orteguiana, Pedro LXXXIV el valiente. Con un PP atrincherado en la idea de soberanía y dispuesto «a lo que haga falta», un PSOE jugando sobre el tablero del Catalexit. ¡No is no! El desfiladero que llevaba a Rivera se derrumba para siempre.
Para que triunfe la sanchística moción de censura tráiganme todas las manos, las de Podemos sus moradas manos, las PdCAT, ERC, PNV y EH Bildu sus referendarias manos. Lo peor que le puede pasar a Sánchez es que no asuma ningún riesgo, que su oposición no se traduzca en algo diferente a los tiempos de la indigna gestora. Pero qué tentador puede ser darle tiempo al tiempo y contemplar ilusoriamente como se va consumiendo Rajoy.
¿Quevedo? ¿Qué ves? Una cosita. ¿Con qué letrita es? Por la P. ¡Presupuestos! ¡Sí, sí, eso es! «Anda, tocayo canario, dile que sí a Rajoy y haz como si fueras por libre, que a mi gente le puede dar la risa floja si se enteran que cuento con ello». Pobre Pedro Sánchez, ¡la que nos espera!