Pasa la vida

Quienes confunden en Sevilla los vuelos de ida y los de vuelta

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Juan Luis Pavón juanluispavon1
31 mar 2019 / 15:33 h - Actualizado: 31 mar 2019 / 15:34 h.
"Pasa la vida"
  • Quienes confunden en Sevilla los vuelos de ida y los de vuelta

El comité ejecutivo del World Travel & Tourism Council (WTTC), la organización empresarial que agrupa a las corporaciones más poderosas de la economía turística, y que en 2019 celebra por vez primera en Sevilla su cumbre anual, no tiene la más mínima responsabilidad en que la capital andaluza tenga algunos de los barrios con más paro de España. Cuya población es marginada por otros muchos sevillanos. Tampoco es suya la idea de convertir en apartamentos turísticos, para estancias de dos o tres días, miles y miles de pisos que se alquilaban para residentes de larga duración, nacidos o no en Sevilla. Eso no se planifica ni en la Bolsa de Nueva York ni en la de Frankfurt. Es decisión de otros ciudadanos de Sevilla con propiedades inmobiliarias. Incluyendo los paisanos que han decidido invertir para tal fin en la profunda rehabilitación de viejas casas suyas que estaban sin habitar y depreciadas por hallarse en ubicaciones deslucidas de calles minusvaloradas durante el 'boom' de la venta con hipoteca. He visto, por ejemplo, a las ocho de la mañana en la zona más angosta de la calle Enladrillada, a un prestigioso catedrático de la Universidad Hispalense que vive en el área metropolitana y da clases en el campus de Reina Mercedes, cómo acudía raudo con las llaves de un piso porque estaban a punto de llegar los turistas que habían reservado la vivienda para pernoctar dos noches. Y no es precisamente una habitación con vistas.

En 2002, para quienes presumían de alternativos, era guay proclamarse de boquilla antisistema y manifestarse en Sevilla contra la celebración en Fibes de la Cumbre Europea de jefes de Estado y de Gobierno. Pero sin criticar ni entonces ni después la deficiente gestión que desde el Gobierno andaluz se ha hecho del dinero que desde Bruselas se nos transfería con el mandato de zanjar la brecha de empleo y renta que nos distancia (y nos sigue distanciando) de la mayor parte de España y de Europa. En abril de 2019, al nuevo Palacio de Congresos en Fibes, llega a Sevilla por primera vez la convención de la plana mayor del lobby turístico, sobre todo norteamericano, y desde sectores sociales que legítimamente se lamentan de la desigualdad y la precariedad cronificadas en muchos barrios del norte, el este y el sur de la ciudad, han organizado lo que llaman 'contracumbre', con acciones reivindicativas e informativas para hacer ver a ojos de los turistas, y de los enviados especiales de los medios de comunicación, que la Sevilla de los monumentos es una Sevilla de 150.000 pobres porque el modelo económico de referencia es el turístico. Pero de eso no tienen culpa alguna la gran mayoría de los presidentes y consejeros delegados procedentes de Estados Unidos, Europa o Asia, que no han estado antes en Sevilla ni de visita. Y que dirigen multinacionales cuyo negocio en Sevilla es inexistente o insignificante. El 90% de los desequilibrios socioeconómicos que se padecen en Sevilla en la inminencia del Horizonte 2020 tienen su origen en factores locales y en agentes locales. De los que son responsables, por acción o por omisión, muchos de sus estamentos políticos, funcionariales, empresariales, sindicales, universitarios, periodísticos y asociativos. Sevillanos que, con la vitola de 'rancios' o de 'progres', ejercen de élites extractivas sobre el común de sus convecinos.

El dispendio municipal más perjudicial en lo que va de siglo XXI para el reequilibrio de la ciudad ha sido destinar 140 millones de euros, en lugar de 20 millones, para la reactivación de una céntrica plaza, la Encarnación. Y con un tipo de edificación, el Metropol Parasol, definida como reclamo turístico, cuyo mantenimiento a largo plazo será carísimo. Los grandes damnificados de tamaña ineficiencia son los barrios más poblados. Los que más sufren recortes educativos, sanitarios, asistenciales, policiales,... El dinero de sus impuestos también ha cimentado una inversión desorbitada. Pero brillaron por su ausencia las protestas contra esa manera de gobernar y gestionar. Porque se han creído la trola de que las 'Setas' son modernas.

El único plan estratégico bien hecho y mejor ejecutado en Sevilla desde el final de la Expo'92 es el de los últimos cinco años del aeropuerto, gracias a su nuevo equipo directivo. El notable crecimiento del número de aerolíneas que ofrecen vuelos con más ciudades europeas, y las altas cifras de ocupación, son erróneamente interpretadas en los tópicos debates sevillanos como una confirmación de que solo se fomenta el turismo. Cuando en realidad está siendo mucho más importante para consolidar el crecimiento internacionalizado de las empresas sevillanas de innovación tecnológica, y la permanencia de empresas y profesionales foráneos de múltiples sectores, que también necesitan sí o sí una conectividad competitiva para sus viajes de trabajo. Pero esa tendencia muy positiva (en ámbitos productivos que deparan en Sevilla más y mejor empleo, menos economía sumergida) sigue siendo ignorada tanto por los pregoneros del costumbrismo como por los apóstatas de la sociedad abierta. No quieren enterarse de que desde hace dos años el mes con más ocupación y rentabilidad es octubre, y no abril. No quieren cambiar de mentalidad y averiguar por qué el mes con más dinamismo es el que incorpora más congresos, convenciones y simposios. Prefieren seguir presumiendo unos, o quejándose otros, de que la economía de la ciudad gira alrededor de la Semana Santa, la Feria, los bares y sus veladores.

El modelo de desarrollo basado en la depravación o contaminación del planeta es insostenible desde hace medio siglo y ha de ser reformado de inmediato. El sector turístico también ha de acelerar su reconversión a nivel global. Y la turistización que más necesita Sevilla es incrementar el número y tamaño de empresas y profesionales cuyos ingresos se basan en la actividad de viajes y ocio que acontece a miles de kilómetros. Como Glamping Hub y su comercialización digital de alojamientos de lujo en parajes naturales. Como Xtraice y sus pistas ecológicas para patinar. Como Galgus y su ecowifi para los medios de transporte. Como Geographica y sus desarrollos de big data para ciudades y para grandes almacenes. Y como Cruz y Ortiz Arquitectos, que están diseñando para Hyperloop el prototipo de estación de pasajeros donde subirse y bajarse de los trenes ultrarrápidos en fase de experimentación. El consejero delegado de esta compañía norteamericana, Dirk Ahlborn, también va a participar en Sevilla en la convención de la WTTC. Él tampoco tiene la culpa de la ilegalidad que perpetran algunos empresarios sevillanos pagando a camareros sin contrato ni cotización. Ni tiene arte ni parte en que la Hacienda local no sea capaz de detectar a las familias sevillanas que no tributan por el alquiler de sus viviendas y así no arriman el hombro para mejorar el funcionamiento de los servicios públicos. Ni hace la vista gorda ante los abusos en la emisión de ruido por parte de propietarios y consumidores sevillanos que perjudican el descanso de otros paisanos.

Los eventos profesionales no son el problema de Sevilla.