Esta situada, desde 1969, como un contraponer de la sección oficial de Cannes, abierta a películas muchos más de público y de forma especial a productos de Hollywood. Es curioso que en la primera edicion de la quincena no existía selección alguna y la única exigencia fue que no estuviera estrenada en Francia.
La quincena presenta largometrajes, documentales y cortometrajes. Entrega cuatro premios Art Cinema Award, SACD Prize, The Europa Cinemas Label Award e illy Prize. El primero otorgado por la red de salas de Arte, el segundo de la sociedad de autores de Francia, el tercero por la red de cines europeos y el cuarto a cortometrajes. Ademas las peliculas seleccionadas en la quincena participan en la sección oficial a efectos de dos premios: Caméra d’Or a la mejor opera prima y L’ Œil d’or al mejor documental.
La quincena siempre intento valora el cine de carácter experimental, innovador. Así se proyectaron películas con imágenes en negativos, películas mudas, películas contadas desde el reflejo de un espejo. Algunas de las técnicas cinematográficas o narrativas que en su momento parecieron explosivas y contra corriente ahora son usuales o al menos normales en las películas.
La Sociedad de Realizadores de Cine de Francia que establecía en su estatutos «defender la libertad artística, moral, profesional y económica en cine y a participar en el desarrollo de nuevas estructuras de cine» impulsa la creación de la quincena y llama a toda la generación de nuevos directores que están naciendo en el mundo: Bernardo Bertolucci, Robert Bresson, Roger Corman y Nagisa Oshima; el debut como director de Bob Rafelson, André Téchiné y los escritores norteamericanos James Salter y Susan Sontag y dos películas, de Manuel Octavio Gómez y el cubano Humberto Solás.
Más fue en los años 70 cuando se presenta las primera películas de Werner Herzog, Dusan Makavejev, Martin Scorsese (Mean Streets) y el griego Theo Angelopoulos, el inglés Ken Loach y los italianos hermanos Taviani.
En uno de los golpes históricos de la quincena la edicion del 1976 se abrió a la polémica con la presentación de la película de Oshima: El Reino de los Sentidos. Cuando en la sección oficial estaba prohibido el sexo explícito. La demanda de billetes fue tan elevada que hubo que programas siete proyecciones adicionales.
El actual delgado general de la Quincena, Édouard Waintrop, respeta la singularidad de las películas de la Quincena pero también la abre a los nuevos géneros y a los nuevos directores sin por eso dejar llevar por vacas sagradas que tenían lugar seguro en la selección. Como decía en una entrevista, «Los críticos no saben nada de cómo está organizado el cine, qué hace que una película funcione o no, lo he aprendido desde que ya no estoy en Libération» [donde fue crítico durante 26 años].