Regionalismo frente a globalismo

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18 jul 2017 / 20:43 h - Actualizado: 18 jul 2017 / 20:43 h.

La globalización diluye las identidades personales, locales y regionales, a la vez que lanza al estrellato universal a individualidades que, a partir de llegar al olimpo de la fama, se transmutan en artistas, empresas o fenómenos globales. Pero, siempre, queda la patria a la que más tarde o temprano se vuelve, se reivindica o se recuerda con nostalgia.

La patria chica o grande, la tierra que nos alumbró, se nutre de los éxitos y las miserias de los suyos a los que ayudó a crecer y les dio ese aire de familia, el estilo y la personalidad que nos acompañan hasta la muerte.

Andalucía es una de las regiones españolas con mayor capital humano, cultural y creativo de España. Desde hace años me gusta rastrear la presencia de lo andaluz en los grandes medios de comunicación nacionales, porque nos cuesta mucho más que a catalanes y vascos, por ejemplo, presumir de lo que hacemos bien.

La cantaora Rocío Márquez (Huelva, 1985) acaba de defender su tesis doctoral sobre el registro y las técnicas vocales del flamenco. Antonio Espinosa de los Monteros (Sevilla, 1990) ha fundado Auara, la única empresa europea que embotella agua en RPET (plástico reciclado) y que destina sus beneficios a proyectos de cooperación y desarrollo en África. Belén Coca (Sevilla, 1975) dirige los talleres La Voz Creativa y prepara un nuevo disco de su banda Niña Vintage. Pepón Nieto (Marbella, 1967) prepara un proyecto teatral para agosto en el festival de Mérida y participa en un programa de cocina en televisión.

Estos cuatro botones de muestra evidencian la necesidad de poner en valor lo nuestro, de confrontar lo regional con lo global para mejorar la autoestima colectiva.