Los medios y los días

Requena y El Nadal

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07 ene 2019 / 10:05 h - Actualizado: 07 ene 2019 / 10:10 h.
"Los medios y los días","120 años de El Correo de Andalucía"
  • Sevilla 06 11 2013: Huelga Correo de Andalucia FOTO:J.M.PAISANO
    Sevilla 06 11 2013: Huelga Correo de Andalucia FOTO:J.M.PAISANO

Se acaba de fallar el Premio Nadal de novela, uno de los dos o tres más prestigiosos de España. En 1971 lo obtuvo el que fuera director de El Correo de Andalucía, José María Requena, con su obra El cuajarón. Cuando leí El cuajarón recuerdo que me llamó la atención desde el comienzo que es asombroso, incluso chocante pero que engancha a la lectura, como debe ser el inicio de una novela, de una película o de una noticia periodística. “¿Y qué? Sí, he matado a un niño, o, mejor dicho, le mató el paracoches de mi descapotable rojo, a la entrada del pueblo, por la mañana, niño marrajo, la pelota que cruza la carretera y ¡pum!, ruido seco, el chiquillo quieto en el polverío del verano”.

Requena nació en Carmona en 1925 y murió en Sevilla en 1998. La biblioteca municipal carmonense lleva su nombre y gracias a la editorial Alfar y al Ayuntamiento de Carmona podemos leer sus obras completas en varios tomos porque Requena editó casi una decena de novelas, fue también Premio Villa de Bilbao con Pesebres de caoba, Premio Ciudad de Granada con Agua del Sur y Premio Luis Berenguer con Las naranjas de la capital son agrias.

Cultivó con éxito la poesía, el ensayo, el teatro y por supuesto el periodismo. A él le debo que se me abrieran las puertas de El Correo, lo conocí en su despacho de director –a mediados de los 70- cuando el diario tenía su redacción y rotativa en el Polígono Industrial de la Carretera Amarilla y desde entonces nos unió el periodismo y la literatura. Tenía un humor fino e irónico y era un contertulio fantástico. No me dejó editar algún que otro artículo en El Correo en aquellos tiempos de transición pero eso ahora qué importa, siempre he sido atrevido escribiendo y los periodistas veteranos que están al frente de una responsabilidad y se la juegan, tienen la obligación de moderar el apasionamiento de los jóvenes. A mí lo que me importa es que, a pesar de que estemos en el mundo instantáneo y digital, no nos olvidemos ni de Requena ni de todos los novelistas que formaron aquella corriente que se llamó narraluces, narradores andaluces que eran noticia continua en España por su calidad literaria. Hablaré de algunos de ellos en estas páginas porque estuvieron ligados a El Correo de Andalucía y nos enseñaron a escribir aunque nunca lleguemos a sus alturas.