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Sálvame

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14 may 2016 / 12:34 h - Actualizado: 14 may 2016 / 12:34 h.
"Cofradías","Pareja de escoltas"

El peso de la Romería del Rocío ha distraído la noticia que, para muchos, supera las fatiguitas pasadas por los barandas patrios para formar gobierno; los bombardeos de Siria o los papeles de Panamá. Para papeles, pensarán, los del Porvenir. Pero para qué lo vamos a negar, la «pérdida de confianza» esgrimida por los oficiales de la cofradía de La Paz es la información morada más sonada de las últimas fechas. Nada que no sepan: Antonio Santiago dejará de tocar el martillo del primer palio de la Semana Santa de Sevilla. No hace falta entrar en ciertos malentendidos ni en los desencuentros que airearon las ventanas indiscretas de las redes sociales. Pertenecen a la vida interna de la propia cofradía pero el cese del famoso capataz –recordman de glorias y penitencias y estrella invitada en ciudades cercanas– ha levantado comentarios de todo cariz que tampoco nos interesan más allá del posible efecto dominó que aventuran algunos. La reflexión es otra: la exaltación de este mundillo –también el del metal y el parche– nos confunde peligrosamente de protagonistas. El planeta de las cofradías ha creado anillos concéntricos que rara vez se cruzan; que nada tienen que ver con el auténtico latido que siempre ha alentado a nuestras hermandades: la herencia, el afecto y la devoción. El sonado titular ha animado el cotorreo del kapillismo pero, ¿qué más da quien se ponga delante de las imágenes? ~