San Isidro pasa su ecuador con más noticias

El ciclo madrileño sigue alumbrando notas de interés. Los nombres de López Simón, Castella o Leonardo se suman a las discusiones en torno al momento y la forma de Manzanares o el ensalzadísimo Urdiales

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25 may 2015 / 23:41 h - Actualizado: 25 may 2015 / 23:41 h.
"Toros","Observatorio taurino"

La semana que se fue –sin computar la novillada de ayer– se cerró con doble puerta grande: la de l valentísimo diestro López Simón y la de un grandioso rejoneador orillado por la política ecuestre como Leonardo Hernández. Pero hubo otras notas de interés en este notable San Isidro que ya ha rebasado el ecuador de su largo metraje. La lista comienza con las ilusiones despertadas por los novilleros Posada de Maravillas –torero por cuajar con aire de artista de la Edad de Plata– y el peruano Roca Rey, que hace honor a su primer apellido. Siguieron en el limbo toreros como Abellán o Juan Bautista –entre otros– y omitiremos los que se amarraron otra piedra al cuello. En el aspecto ganadero hay que anotar un excelente utrero del Conde de Mayalde, algún ejemplar de Alcurrucén, otro de Jandilla, un grandioso sobrero de El Torero –el célebre Lenguadito, que ya cotiza en las quinielas de los premios– y un notable ejemplar de un irregular envío de Cuvillo que había despertado otras ilusiones.


EN MADRID, COMO EN BOTICA, HAY DE TODO


Ponemos a un lado el extraño caso de Diego Urdiales, un torero tan estético como corto de fuelle que ha gozado de la campaña de prensa más apabullante y demagógica que se recuerda. Algunos querían ver resucitar a Gallito, pero su faena compuestita a un toro con teclas que tocar no hizo honor a los cantares de gesta que saludaron su vuelta a los Madriles. Dejamos para el final los nombres que deberían marcar el hilo de la temporada: en el caso de Perera, con dos tardes sucesivamente en blanco en una feria en la que partía como claro favorito después de renunciar a los abriles. También hay que hablar de Manzanares, discutido y discutible; lejos de su mejor versión pero, eso sí, sin dejar de puntuar en la estadística. Castella, por su parte, anda recuperando años perdidos a pesar de los tiquismiquis que le han querido buscar a su excelente faena al sobrero de Salvador Domecq. Pero interesa especialmente el momento de Talavante. Sin amarrar el triunfo en su segunda tarde sí demostró que también sabe torear bien al toro complicado. ¿Es este su año definitivo? Podría ser... Esta semana, como Castella, cumple su tercera tarde en Madrid. También estarán Morante y El Juli, pero nuestra brújula apuntará a Córdoba y su Feria de la Salud. ¿Será capaz la FIT de obrar el milagro? Lo deseamos de corazón. Se lo contaremos punto por punto mientras vamos pensando en las hipotéticas consecuencias taurinas del nuevo mapa político. Algunos ya andan pensando echarse al monte. ¿Llegará la sangre al río? Del sector depende...