Un septiembre más llega el tiempo cálido del Festival de Cine de San Sebastián. Aunque la galerna del Cantábrico derrumbe las vallas de publicidad o la lluvia inunde las calles, esta ciudad hermosa recibe con calor y estilo a la troupe de artistas, directores, exibidores, productores y distribuidores que componen el extraño mundo de la creación, de las sensaciones y las experiencias que es la industria cinematográfica.
San Sebastián es una ciudad bien cuidada, con ese tono entre decadente y tradicional en costumbre que tanto gusta a los sevillanos y con un diseño urbano fin de siècle mezclado con la mejor modernidad arquitectónica. Aquí existen recursos y parece que están bien gastados. ¡Que buena es la foralidad fiscal!
Este consolidado festival en su 64 edición presenta los mismos argumentos que en años pasados: películas en estrenos casi siempre españolas o iberoamericanas, pocos estrenos de películas USA pues todas las importantes ya realizaron la première en Toronto, alguna producción europea que no pasó por Cannes o Venecia y una fuerte inversión económica para traer al star system que pasea por una alfombra roja construida con billetes, para no perder el lugar.
Este festival desde hace unos años tiene una especial dedicación al cine latinoamericano con una sección Horizontes latinos y un Foro de Coproducciones del mismo ámbito. Este apartado, en una clara competencia con nuestro Festival Iberoamericano de Huelva, está promovido por la decidida apuesta del Ministerio de Cultura, que siendo patrono de ambos festivales, prefiere invertir en las acciones Iberoamérica de San Sebastián y reducir su participación en el onubense. Del foro poco podemos decir pues en línea con años anteriores los proyectos que presenta están, alguno de ellos, bastante inmaduros para asistir a un encuentro de este tipo. No tienen guion o un porcentaje importante del presupuesto conseguido y la organización de las agendas deja bastante que desear.
Sí, en cambio, es de alabar el uso que la industria vasca del cine y del audiovisual hace de la plataforma del Festival de San Sebastián, cuestión que debe ser replicada por la Industria andaluza que no termina de lograr encajar una dinámica parecida en los tres festivales de Andalucía: Europeo de Sevilla, Iberoamericano de Huelva y Español de Málaga. En resumen, que a pesar de las críticas y los pareceres, tenemos que seguir viniendo a esta pequeña ciudad del norte para disfrutar y compartir algunos buenos ratos de cine.