Si uno analiza los datos de la última Feria de Abril concluye –datos ofrecidos por el Ayuntamiento de Sevilla, Delegación de Fiestas Mayores– que se han batido muchos récords. Desde el impacto económico que asciende a 830 millones de euros a una recogida de residuos que alcanzó 1.644.710 kilos; de un consumo de agua de 32.255 metro cúbicos a cómo Tussam ha transportado al Real de la Feria 1.280.411 viajeros o se han paseado por la Feria un total de 4.772 carruajes, reflejando –como decía al principio– unos números importantes para la ciudad.
Sin duda los sevillanos pese a todo siguen divididos en cuanto al modelo de Feria se refiere; para unos el modelo actual permite sin duda tener más opciones de estar en la Feria, de facilitar a la mayoría más días de fiesta para disfrute, mientras que para otros (los que se basan en el modelo tradicional) consideran que ante tantos días de Feria hay alguno que se desluce sobremanera, que son muchos, y que por tanto la medida perfecta de la Feria era el modelo anterior por encima del actual, ya que en este último los sevillanos veníamos a disfrutar –al final– del mismo número de días de Feria.
Sea como fuere, con uno u otro modelo, sí hay una cosa clara, o mejor dicho dos. La primera es que, independientemente del modelo a seguir, la Feria bate récords porque los sevillanos en particular y el resto de visitantes en general vamos y estamos más en la Feria. Y un segundo motivo –muy halagüeño– es que ello es posible porque afortunadamente vamos dejando atrás una crisis que lleva años azotándonos.
Mientras tanto, ¡sé feliz! ~