Tal día como hoy, hace muchos años ocurrieron cosas. Por ejemplo, en el año 44 a.C, un grupo de senadores romanos asesinó a Julio César. En 1962, Quino inventó un personaje que dibujó y terminó llamándolo Mafalda. Nació el cineasta David Cronenberg (1943) y murió el magnate Aristóteles Onassis (1975). Los días 15 de marzo de los años pasados sucedieron muchas, muchas, cosas. Cientos de millones de cosas. Unas importantes, otras insignificantes.
Hoy, también, están ocurriendo millones de cosas. Tal vez, algunas de ellas se incorporarán a esos listados en los que podemos consultar fechas y datos curiosos.
Casi todas serán cosas que quedarán reservadas para el que las esté viviendo y serán olvidadas para siempre por los protagonistas. Porque, en realidad, la vida no es otra cosa que eso: puro olvido. Incluso el recuerdo es olvido porque eso que recordamos no fue tan gracioso, ni tan entrañable, ni tan triste. Ni siquiera fue importante. Pero modelamos nuestros recuerdos para llevar algo mejor esto de vivir.
No hay que preocuparse por el pasado. Tampoco por el futuro. Lo que fue no se puede modificar; lo que llega no se puede elegir (al menos buena parte de ello). Y el presente acaba de convertirse en pasado mientras usted lee estas líneas. Lo interesante es preocuparse por uno mismo lejos del tiempo vivido o por vivir. Lo interesante es gestionar bien las sensaciones, los sentimientos, las filias y las fobias. Porque esa es la única forma de sobrevivir a la realidad.
Es decir, el plan es inventarse el mundo. Con la realidad no hay quien pueda y conviene protegerse. Seamos prácticos. ~