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Si te viera tu abuelo...

Pepín pondría las flautas delante de la percusión para tenerte cerca detrás de los palios y cambiaría todo el orden de la banda para desfilar viendo tus ojos

29 abr 2018 / 00:02 h - Actualizado: 28 abr 2018 / 21:07 h.
"Música","Semana Santa"
  • Si te viera tu abuelo...

Si te viera tu abuelo con ese lazo anudado al pelo con la leyenda de los donantes de órganos, invitando a regalar la vida que a otros se les escapa, revestiría de corinto –o de grosella– esas mejillas que tanto acusaban la tensión alta, la responsabilidad y el respeto por la ciudad más hermosa del mundo. Yo sé cómo se movería aquel bigotillo, cómo se encogerían los ojos chispeantes de ese hombre, María del Mar, al que tanto quise. Si te viera tu abuelo, créeme, me agarraría del brazo y, al oído, sin que nadie se diera cuenta de que contigo –que eres mujer– perdía toda la baba, me diría: tela, amigo mío, mi nieta es tela de guapa se ponga lo que se ponga en el pelo.

Si te viera tu abuelo estaría orgulloso de ti, y de la decisión de tu padre de ponerte a su lado, como siempre se ha hecho en la beta de sangre de los Tristán, unos pegados a otros, amando y defendiendo esos valores eternos, sevillanos, definitivos, bellos como el rostro de la Virgen del Subterráneo.

Si te viera tu abuelo, preciosa, pondría las flautas delante de la percusión para tenerte cerca detrás de los palios, y cambiaría el orden de la banda y de la jornada, y movería el cielo y la tierra para ir toda la procesión cerca de tus ojos, de la sonrisa de «su niña». Y bajaría las flautas a la primera fila del balcón de la grada de la Maestranza, y subiría el bombo y la caja allí arriba, junto al ojo de buey, y guardaría los platillos. Sólo por tenerte cerca, y verte.

Si te viera tu abuelo, María del Mar, le diría a tu padre que está haciendo muy bien las cosas y que no pudo tener mejor relevo al frente de la banda. El abuelo te pediría que siguieras trabajando con tu travesera con esa pasión que tienen los músicos que se enamoraron del pentagrama, las melodías y los compases.

Hoy he visto una foto del lazo de los donantes de órganos abrazando tu pelo, como si fuera tu cabello el estandarte de la Banda de Música Maestro Tejera. He imaginado a muchos enfermos que están esperando un milagro asidos a las notas de tu flauta, allí atrás en la banda, tan dulce, tan melódica. Y he sentido que te quería, he recordado las veces que –desde tan pequeña– te he tenido en brazos, me ha venido al corazón lo que yo quiero a tus padres y a tu hermana... y no puedo evitar emocionarme con las cosas que te diría, si te viera, el abuelo.

Amárrate con fuerza a la fe, María del Mar. Hazle un nudo a tu compromiso con Sevilla y siente el orgullo de ser mujer, y músico, de Tejera. Hazle caso al director, y a su mujer –nadie en el mundo te querrá más que ellos– y no dejes de amar la música, la música que interpreta tu banda. Sí, tu banda.

Ya he visto el lazo. Ahora vuélvete que yo vea esa cara, esa sonrisa que ahora mismo está recordando al mejor abuelo del mundo.