Hace algún tiempo escribí en este mismo periódico sobre la posible desaparición de la antigua Venta Los Chales, de Mairena del Alcor, en la carretera que va desde este pueblo a Alcalá de Guadaíra. Una venta con historia que iba a quedar en eso, en historia, pero que ha sido recuperada y ahora se llama Venta Doña Vera, una maravilla en pleno campo y a pie de carretera que apuesta por una cocina tradicional y un estupendo servicio. Ante una bandeja de gambones a la leña o un variado de ibéricos, la música de fondo del campo, el cortejo nocturno de los mochuelos y el olor a tierra recién regada que viene desde las huertas cercanas. En el aire otra música, las soleares de Joaquín el de la Paula o Manolito el de María y los romances y las tonás fragüeras de los hermanos Mairena, que no era música menor. En el patio, un pozo centenario que invita a la añoranza y a recordar aquellos tiempos en los que el visitante hacía sonar la música de la carrucha enmohecida y la soga mojada para beber en un cubo el agua de la tierra. Llámenme antiguo, pero estoy contento con Doña Vera.