El análisis técnico ofrece al inversor dos potentes herramientas a la hora de decidir cómo invertir en los mercados bursátiles, a saber los soportes y resistencias. Los soportes son niveles de precios por debajo del actual, y en los que se espera que la fuerza compradora supere a la vendedora, por lo que un impulso bajista se verá frenado y por lo tanto el precio subirá.
Normalmente, los soportes corresponden a mínimos alcanzados con anterioridad.
Por el contrario, las resistencias son el concepto opuesto, es decir, los precios por encima del precio actual, donde la fuerza vendedora superará a la compradora, dando fin al impulso al alza, y, con ello, a su caída. Las resistencias corresponden a máximos alcanzados con anterioridad.
Los soportes y resistencias son una ayuda muy importante para el inversor en el momento de planificar su entrada o salida del mercado. Así, la clave principal estará en cumplir una serie de condiciones. En primer lugar, si el inversor desea comprar deberá tener muy en cuenta hacerlo cuando el precio se encuentre encima y cerca de un soporte importante y que, además, haya mucho recorrido al alza hasta la próxima resistencia relevante. Por el contrario, si el inversor ya está comprado y desea vender, debe de hacerlo cuando el precio está por debajo de una resistencia relevante y cerca de la misma y, además, exista mucho recorrido a la baja hasta el próximo soporte importante.
Un tema largamente discutido entre los teóricos del análisis técnico es tratar de establecer el momento en el que se considera que un soporte o una resistencia se rompe. Existen tres criterios acerca de cuándo se produce el rompimiento de un soporte o una resistencia.