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Imagen del beato Don Marcelo Spínola, fundador de El Correo de Andalucía.
Lo reivindica en su título la Hermandad de la Soledad, que recuperó el viejo azulejo que campeaba en la bizarra rotativa de la Carretera Amarilla. Don Marcelo, revestido de la púrpura cardenalicia, sostiene en su mano un ejemplar de El Correo de Andalucía, el diario católico que fundó hace casi 120 años. El retablo cerámico antes estuvo en la primitiva redacción de la calle Albareda y hoy sigue bendiciendo las calles del que fue su barrio desde la pared exterior de la capilla soleana.
Ayer mismo celebró su fiesta a las plantas de la última dolorosa de la Semana Santa de Sevilla; fue junto a ese banderín –convertido en altísimo relicario- que proclama las armas del apóstol de los pobres bordadas sobre un fragmento de la capa magna del cardenal Bueno Monreal. Jesús Donarie, el que más y mejor conoce su figura, hizo votos por una pronta canonización del beato. La propia cofradía custodia un báculo cedido por la congregación de las Esclavas y cerca, muy cerca, en la capilla de Santa Ana, se preserva su confesionario de párroco –nunca dejo de serlo con o sin los capisayos- desde el que absolvía a sus feligreses.
No hay que salir de la plaza de San Lorenzo. En el corredor que separa el atrio de la Basílica del Gran Poder de la subida al camarín del Señor también se custodian otras reliquias que recuerdan la presencia de don Marcelo, venerado en la imagen de Navarro Arteaga que da paso al sagrario basilical. Spínola fue el artífice de aquella concordia firmada entre la propia cofradía del Gran Poder y la hermandad de la Macarena que ahora forma parte de las señas de identidad de ambas corporaciones. Hoy pedimos su mediación desde esta pantalla que perpetúa la cabecera que él fundó... Ruega por nosotros.