Telefónica ha incrementado su beneficio el 8,6 por ciento, hasta los 1.739 millones, en un primer semestre del año.
La compañía refleja en sus cuentas el impacto negativo de regulación, las provisiones en gastos de reestructuración en Alemania y Brasil y el deterioro en México por los cambios en las condiciones macroecónomicas, que han reducido los ingresos semestrales en 1,2 puntos porcentuales.
José María Álvarez-Pallete, presidente ejecutivo de Telefónica, comenta en el documento de presentación de resultados que la deuda se ha reducido por quinto trimestre consecutivo en 637 millones de euros respecto a diciembre de 2017 «gracias a la fuerte generación de caja, lo que le permite «reiterar los objetivos y el dividendo fijados para 2018».
En el saneamiento del grupo Telefónica ha influido la sustitución de instrumento híbridos de capital (226 millones de euros) y la sentencia judicial favorable en Brasil, por importe de 855 millones de euros.
España y el Reino Unido fueron los motores del crecimiento en los ingresos del grupo, con mejoras del 0,6 por ciento y 0,5 por ciento respectivamente, mientras que las ventas semestrales se resintieron en Brasil el 15,6 por ciento y el 13,7 por ciento en Hispanoamérica Sur.
El número de accesos en España aumentó en el último trimestre el 1,4 por ciento para situarse a finales de junio en 36,9 millones de líneas y servicios. Los clientes de fibra óptica aumentaron en el mismo periodo el 14,1 por ciento y ya suman 3,6 millones, más de la mitad de los accesos de banda ancha fija. Los abonados de telefonía móvil y televisión de pago también crecieron en el último trimestre, aumentando el 3,5 por ciento y 7,3 por ciento, respectivamente.
La inversión del grupo Telefónica en su filial española aumentó en el primer semestre el 10,4 por ciento, hasta los 778 millones de euros, mientras que el OIBDA semestral alcanza los 2.507 millones de euros, el 0,4 por ciento de aumento, el margen se reduce una décima porcentual hasta el 40 por ciento.