Tócala de nuevo, Zidane

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22 sep 2017 / 21:51 h - Actualizado: 22 sep 2017 / 21:52 h.
"La Azotea"

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El mundo se derrumba y nosotros nos enamoramos», le decía Elsa a Rick en uno de los momentos más emocionantes de Casablanca. Media España se derrumba entre papeletas y el Real Betis se encarga de enamorar a la otra media con su estilo irracional y currobético poniendo la liga bocabajo ganando en el Bernabéu, acercando incluso a su enemigo íntimo a las alturas de la tabla. Y sin alejarnos de Casablanca, un francés de ascendencia argelina llamado Zinedine Zidane indicaba, con la soberbia que mancha cada vez más al madridismo, que no conocía al conjunto verdiblanco, confundiéndolo incluso de nombre. Un rival al que desconoce, pese a que todo bético lleve en su memoria aquel impresionante gol que vestido con la elástica del Girondins le endosó a Jaro una fría y lluviosa tarde de 1995 en octavos de final de la Copa de la UEFA. Zidane no olvida ese gol, como ha reconocido alguna vez, pero no recuerda al Real Betis Balompié. Ahora ya no lo olvidará, ni la fidelidad de su afición, que arropa a su equipo allá donde vaya esperando a cambio ni siquiera la victoria, ni que el Real Betis es capaz de ganar cuando nadie lo espera y de perder cuando nadie lo espera también. Zidane no sabrá que el Manquepierda nos hace imbatibles, «esa inderrocable moral a prueba de derrotas» que diría Romero Murube, pero si sabrá que la soberbia ciega y que la corona iguala en trato mayestático, dejando a la luz una irrespetuosa arrogancia al no conocer ni siquiera el nombre de su contrario. Ya no lo olvidará, así como su grandeza, esa que hace felices a los béticos, los que no necesitan vitrinas para ser campeones.