El flamante consejero de Economía, muy poeta él a pesar de su condición de economista, ha defraudado al andaluz medio, y más a ese medio andaluz que lo votó sin saber que su otro medio no debía, al asegurar que aquello de que iban a crear 600.000 puestos de trabajo era una metáfora.
No sabíamos que las metáforas se podían hacer con cifras tan exactas, pero todos los días aprende uno algo. Ya pasaron las metáforas de la luna, el camino o el mar, puro tópico, tal vez porque todas se convirtieron en símbolos del pasado y ahora priman las metáforas de andar por casa, aunque uno no tenga casa y la Constitución diga que todo español tiene derecho a una vivienda digna y cosas así. Metáforas puras.
Todo español es igual ante la ley y tiene derecho a un trabajo digno. Algunas metáforas provocan la risa floja, y el nuevo consejero de Economía, Conocimiento, Empresa y Universidad de Andalucía, que entiende de metáforas un rato porque todos sus títulos son metáforas, como cuando se habla de la cartera de un ministro, ha recomendado a nuestros jóvenes que si quieren encontrar empleo se vayan a la Costa del Sol, entiéndase costa metafóricamente y sol también.
Las metáforas ponen en relación un elemento real con un elemento imaginario, de modo que ahora que va a arrancar la campaña, y lo hará sorpresivamente, con cualquier escándalo de los que nos depara el país en estos dos meses, todo serán metáforas. Las promesas son siempre metáforas, porque tienen un elemento real, el prometedor político que promete, y una parte imaginaria, lo que promete. Así que prepárense para un máster acelerado de metáforas. Para que luego digan que la Literatura no sirve para nada.