Triquitraque económico

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09 feb 2016 / 21:38 h - Actualizado: 09 feb 2016 / 18:04 h.
"Economía","Paro"

Hace días tuve la suerte de asistir a un debate entre dos reputados economistas: Bernardos y Rallo. Iba de paro, fundamentalmente. De Bernardos siento respeto y reconocimiento; de Rallo, lo mismo, más una profunda preocupación. Decían que, en treinta años, no hemos sido capaces de solucionar el paro exagerado que castiga a España. Algo tiene que pasar cuando políticos y economistas, muchos de ellos metidos a político, siempre a pregoneros, no dan en la tecla. O cambiamos de políticos o de economistas, o de ambos. Rallo, ultraliberal de soluciones únicas, dolorosas y milagrosas, me recuerda a un amigo de la infancia. Fernando era el portero del equipo de mi barrio, el único suficientemente loco como para tirase a un suelo de albero tachonado de chinas de grueso calibre y también menudo. Como estábamos chungos de utillaje, Fernando se ponía las calzonas encima del pantalón corto de vestir, buscando un poco más de protección. Un día se metió en el bolsillo del pantalón bajero un rollo de triquitraques que había comprado en el puestecillo. A la primera estirada suicida, los triquitraques impactaron con la china más gorda que había bajo su arco, con el consiguiente fuego de artificio. Fernando corría como poseído, no era para menos, la pólvora le achicharraba la pierna; corrimos, propios y rivales, detrás del cancerbero por si lo apagábamos. Con la lengua fuera, reinamos que su puesto, de verdad, era el de media punta. La estampida nos llevó a una cortijada vecina en la que Fernando, hombre traca, encontró una alberca. A ella se tiró y se apagó el triquitraque pero despertó un avispero cuyas moradoras dieron con él, poniéndonos a los demás en veloz fuga, no sin picar a más de uno. Cuando su madre nos dejó verlo, Fernando tenía la pierna quemada, pero la cara aún peor. Esta historia de cuando era chico recordaba, mientras oía a Rallo, y pensé en sus soluciones y las de sus colegas: te quemas y, además, te pican las avispas.