Trump contra Gandhi

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27 ene 2017 / 17:03 h - Actualizado: 27 ene 2017 / 21:57 h.

En este tiempo de tambores americanos de guerra, en estos días convulsos de dorado purpurina, de cabelleras amarillentas, de personajillos convirtiendo en tierra quemada el pasado y el presente, y haciendo que suba la bolsa cada vez que aprieta un botón antisocial, o antidemocrático, en estos días en que se esta violentando al pueblo americano, y a la vecindad mundial.

El profesorado en las aulas de los coles, de allí y de aquí, hablamos de pacifismo, de no violencia, lo hacemos en recuerdo del aniversario de la muerte de Gandhi, que se celebra los 30 de enero, reconocido por la UNESCO desde 1.993. Su objetivo es poner el acento en nuevos instrumentos en la educación para la tolerancia, y el respeto a los Derechos Humanos.

Desde infantil todos los centros educativos son una calcomanía de la sociedad, compartiendo carencias, y defectos, por eso todas las municiones intelectuales, económicas, todo el conocimiento debe estar al servicio del alumnado, para forjar altos grados de conciencia, y no ser manipulado. Si no se hace bien, si los docentes damos a secas el currículo de las matemáticas, seremos cómplices por omisión de una sociedad que se está pudriendo lentamente, y alimentaremos una generación de riesgo para la humanidad, cuyo referente será la cultura del Trumpismo.

Y Trump que no es una casualidad del antojadizo destino, hijo ilegitimo de la democracia, diseñado como una caricatura para dar juego mediático, al rancho de su país y al resto del planeta, con la intención de entretenernos con su percha, y sus hechuras, y enmascarar su nuclear y pendenciero matonismo político.

Este presidente se prepara para suspender todas las medidas de protección a los más débiles, países o personas, este hombre ha llegado para hacer más ricos a los ricos, a sabiendas que la desigualdad es el mayor germen de la violencia, y la industria armamentística necesita disparar.

Gandhi decía: «Lo más atroz de las cosas malas de la gente mala, es el silencio de la gente buena». Tomemos al Trumpismo en serio, y eduquemos más y mejor a nuestros pueblos, para cambiar el curso de esta historia.