UCI DC

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08 may 2016 / 22:42 h - Actualizado: 09 may 2016 / 11:29 h.
"Viento Sur"

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Solemos admirar con justicia a la generación que afrontó la guerra totalitaria de hace ahora ochenta años y la que sobrevivió a la posguerra. Pero no le hemos hecho justicia a quienes demostraron que había vida inteligente más allá del heavy metal. Qué noches las de aquellos días cuando el flequillo de los Beatles, el cuero de los rockers y el pijerío de los mods fueron sustituidos por una lluvia de decibelios, aquel otro rock que se fue endureciendo desde Led Zeppelin o Iron Butterfly a la apoteosis australiana de AC/DC que mañana llegará a Sevilla con una baja irreemplazable, la de su cantante Brian Johnson, aquejado de problemas auditivos que le permitirán seguir grabando en los estudios pero no le dejan pisar los escenarios.

Todo un símbolo, el de una hornada que debería estar en la UCI, con todo lo que se ha metido en el cuerpo y en el alma, pero que sigue ahí, incombustible, septuagenaria, demasiado vieja para morir pero sin edad para el rock and roll. A Johnson, en la gira europea del grupo, lo sustituye Axl Rose, de Guns N´Roses. Nada que ver, si se quiere, pero tan cómplices ambos, salvadas las distancias, como Alameda y Triana, en las voces de Pepe Roca y de Jesús de la Rosa.

La música es una vieja ceremonia, nos descubrió hace mucho Leonard Cohen. Y siempre hay una nueva piel dispuesta a entregarse a ella. Es a su vez una carrera de relevos en la que importa más su leyenda que su historia. Si con los AC/DC y los Guns, Santiago Segura y todos nosotros sobrevivimos a Ronald Reagan y a Vladimir Putin, a la guerra fría y a la globalización, si hemos besado dinamita y nos sentimos con ellos a salvo en Nueva York; si seguimos siendo rockeros y roleros, ¿cómo no acudir a saludarles al Estadio Olímpico, si la autoridad lo permite y el tiempo no lo impide? El cielo puede esperar fumando lo que quiera.