La Tostá

Un niño de Las Tres Mil

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Manuel Bohórquez @BohorquezCas
01 abr 2019 / 19:33 h - Actualizado: 01 abr 2019 / 17:36 h.
"La Tostá"
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El bailarín Rubén Olmo es ya el nuevo director del Ballet Nacional de España. Es el segundo artista sevillano que lo dirige. El primero fue Antonio Ruiz Soler, que sustituyó en 1980 a Antonio Gades. Olmo es un excelente bailarín que no está mal visto entre los flamencos. De hecho ha sido recientemente galardonado en el Festival de Jerez, que es un festival de flamenco, aunque incluyan también danza española o aflamencada. Para los sevillanos debe ser motivo de orgullo que un gran artista de esta tierra dirija uno de los mejores ballets de danza de mundo, como es el de España. Aunque Olmo es más bailarín que bailaor –bailarón, llamo Joaquín Cortés al que ni es bailaor ni balarín, o es las dos cosas–, se defiende en el flamenco y es probable que se note su mano de ahora en adelante y que el Nacional tenga algo de pellizquito. Esto es algo que no ven bien los que piensan que el flamenco es algo vulgar para llevarlo por el mundo representando a un país, España, que puede ser uno de los más dancísticos del mundo. En el XIX, las mejores bailarinas eran sevillanas y dos de ellas, Petra Cámara y La Nena, la formaron en toda Europa con la escuela bolera, sin olvidarnos de la gaditana Josefa Vargas o la malagueña Pepìta Oliva. Rubén Olmo debería recuperar a estas figuras del baile andaluz, tan olvidadas, con independencia de que se abra a los nuevos creadores de la danza, algo que sin duda hará. Como bailarín es espectacular y tiene un currículo increíble. Lástima que en Sevilla no sepan mucho de él, a pesar de que dirigió el Ballet Flamenco de Andalucía, cuyo nombramiento como director fue en 2011. Y de que recibiera el Premio Nacional de Danza en 2015. Estamos ante uno de los artistas sevillanos más internacionales y de mayor prestigio en la danza. Admirable en un hombre nacido en Las Tres Mil Viviendas y criado en El Cerro del Águila, con una madre que limpió muchas escaleras para que su niño pudiera ir al Conservatorio de Danza de Sevilla. Toda una historia la de este genial artista, que ahora sí que está en la cumbre de la danza.