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Pepe Mel, junto a Roberto Ríos, Juan José Cañas y Juan García Soriano, presenciando ayer el partido del Betis B en la ciudad deportiva. / Inma Flores
El Betis ha completado con notable el duro arranque de temporada que le ha medido ya a varios de los mejores equipos de la categoría. Los de Mel han salido reforzados de su particular Tourmalet, que muchos contemplaban con recelo e inquietud, y algunos incluso con maliciosa expectación, pues contaban con un Betis hundido y en zona de descenso antes del 23-S para ver favorecidos sus intereses. De otro modo no se entienden las declaraciones esta semana a El Desmarque de Joaquín Zulategui, uno de los socios de Luis Oliver en Bitton Sport, que sigue merodeando en torno a Lopera y Manuel Castaño para tratar de hacer negocio a costa del Betis. «Creemos que el Betis debe ser otra cosa y no lo de ahora. Ya hemos visto los fichajes de Maciá, trayendo a gente de Egipto y demás países. Parece como el Mono Amedio, de Italia a Argentina, dando tumbos... necesitamos otro tipo de estrategia», comentó Zulategui, tratando de echar por tierra con muy poco estilo el trabajo del director deportivo bético, Eduardo Maciá.
La excelente imagen del equipo y los buenos resultados cosechados en estos dos últimos partidos ante Valencia y Real Sociedad (cuatro puntos, pese a jugar más de 90 minutos en inferioridad) han dado al traste con los pronósticos de los agoreros que anunciaban poco menos que el apocalipsis tras la sonrojante goleada recibida en el Bernabéu.
Pese a ese pinchazo y los clavos que los arbitrajes de Álvarez Izquierdo y Velasco Carballo –dos clásicos– fueron poniendo por el camino a base de expulsiones, el Betis ha mostrado maneras de equipo sólido, con una defensa veterana y solvente, gente de calidad en el medio campo y una delantera a la que hay que ver en igualdad de condiciones, pues en ambos partidos el equipo renunció prácticamente al ataque en la segunda parte para defender el botín de puntos que ya tenía amasado.
Las percepciones de que hay plantilla de sobra para lograr la permanencia se consolidan tras este exigente inicio liguero. Así lo expuso el propio Mel antes de recibir a la Real Sociedad y tras el varapalo del Bernabéu, dando la cara y asumiendo sin excusas el reto de la autoexigencia. Este Betis, en el que aún hay que ensamblar bastantes piezas, promete. Hay mimbres y el entrenador está haciendo un buen cesto.