Un poema para la señora S.

Image
03 jul 2018 / 22:59 h - Actualizado: 04 jul 2018 / 00:15 h.

Estimada señora S.: ya sabe que siento una especial predilección por usted. Y eso hace que me pregunte sobre dónde está, sobre dónde puedo acudir para pedirle ayuda. No quiero que haga usted trampas. No, no es eso. Quiero que ordene a los que le rodean que comiencen a hacer política, que intenten solucionar un problema sin que nadie tenga que agarrarse nada con papel de fumar. Quiero que pare usted un instante y piense en lo que está pasando. Y si me apura en qué es lo mejor para todos, incluida usted misma.

Señora S., cuando las cosas son buenas deben seguir siéndolo a pesar de los intereses particulares de unos o de otros. Cuando las cosas buenas aportan a la sociedad lo que es necesario para que las personas mejoren y progresen no se pueden dejar a la deriva.

Este periódico está en manos del señor X.; sí, esa persona a la que interpeló nuestra compañera Paqui Godoy con tanto éxito, alguien que asumió el reto y el compromiso de dar continuidad a un medio de comunicación que se encontraba en peligro de muerte. Fue animado por unos y por otros. Por los mismos que estaban colocados de perfil para no saber nada del asunto. Y ahora parece que es abandonado por todos.

Yo sé que usted no es amiga de los abandonos porque, siendo niña, le enseñaron que lo importante son las personas y es por ellas por lo que hay que dejarse el alma. Yo sé que a usted no le gusta esto que está pasando porque sabe que están en peligro puestos de trabajo y la felicidad de las personas.

Señora S., por favor, pare un instante, reflexione usted en la intimidad, piense en todo esto que está pasando y tome una decisión, la que usted quiera. Pero la que le grite su corazón. Y así podré leerle un poema precioso que tengo elegido para usted.