Un turismo más cercano

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Manuel Bohórquez @BohorquezCas
24 oct 2018 / 08:24 h - Actualizado: 24 oct 2018 / 08:55 h.
"La Tostá"

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Cuando era niño no se hablaba nunca en Palomares del Río de viajes o vacaciones. En verano, solo en esta estación del año, se escuchaba hablar algo de la playa de La Higuerita como destino de los tres o cuatro del pueblo que se lo podían permitir. Entonces pensaba que esta playa estaba en Cuba o México, y ahora está a media hora de este pueblo. Tan cerca que ya no va nadie, porque hay mejores medios y más dinero y nos vamos al Caribe o al Cabo de Gata, a lugares más lejanos de donde vivimos, porque si nos vamos al pueblo de al lado parecerá que no viajamos porque estamos tiesos.

Hay un tipo de turismo de cercanía que se practica poco. Hace unos días estuve en Palomares y decidí conocer bien Almensilla, que está a solo cuatro kilómetros y para mí era un pueblo desconocido, a pesar de que viví catorce años al lado y que iba mucho hace medio siglo. Disfruté bastante y no porque sea un pueblo monumental, que no lo es, sino porque hacía una mañana preciosa y había una luz como de Sorolla, esa luz aljarafeña que invita a recorrer calles estrechas con los balcones llenos de flores y que volvió locos a los poetas árabes.

Unos mostos en La Sacristía, un paseo por el campo para ver cómo estaba la aceituna, y para casa. Al día siguiente, Coria del Río, La Puebla, Isla Mayor y Bollullos de la Mitación. Tendríamos que vivir tres o cuatro veces para conocer bien los pueblos de la provincia de Sevilla, uno a uno y en profundidad, probar sus buenos caldos y disfrutar de una gastronomía quizá no muy conocida. Ese turismo de cercanía debería estar más publicitado, porque nadie se tendría que ir de este mundo sin saber cómo es de verdad su pueblo y sin conocer las demás localidades de la provincia en la que vive.

En los pueblos pequeños nos conocemos todos. Pero, ¿conocemos todos, bien, el pueblo donde vivimos?