Cuenta una historia, escrita en latín y atribuida a Gonzalo de Berceo, que en la segunda mitad del siglo IX, el ladrón Nuño Oñez, natural de Montenegro de la Sierra, que sembraba el terror en La Rioja, al oír rezar a un humilde labrador, al que pensaba asaltar, de rodillas a los pies de sus bueyes de arar, decidió abandonar su vida bandolera y -junto a su hijo-esconderse del mundo para, ermitaño en la Cueva de Trómbalos, rezar y llorar por sus culpas... Justamente después de despeñarse su pequeño, se le apareció un ángel que le dijo: Deja estos riscos y camina hacia el Valle de las Venas; en él encontrarás un roble, mayor que el resto de su especie, con una fuente cristalina que nace de su raíz y un enjambre de abejas, en su concavidad, con miles de panales de dulzura, sobre los que admirarás una imagen representativa de la Reina de los Cielos, a la que habrás de llamar Virgen de Valvanera.
La devoción a esta Virgen, se extendió por diferentes lugares de España y América, llegando a Sevilla con la Reconquista, de mano de los caballeros riojanos y monjes benedictinos que acompañaban al rey San Fernando en la toma de la ciudad y que, al erigirse el monasterio de Santo Domingo de Silos (posteriormente de San Benito de Silos) alrededor de la antigua calzada romana, pusieron la imagen en el retablo mayor, donde era visitada por todos los viajeros que cruzaban la Alcantarilla de las Madejas, antes de emprender sus respectivos caminos hacia otros territorios.
Vayamos todos a rezarle en su salida procesional del último día de septiembre... ¡Dios te Salve, María, mi arrabalera!, salero y alegría de Valvanera... La que hace pellizas en el Corral del Agua y canta tonadillas en las Casas Baratas, la que salta a la comba en el Sacrificio y ordeña las vacas en la huerta del Carmen, la cocinera del Bar Morilla y la pescaera de la calle San Florencio, la sastra de Mallén 18 y la quiosquera de Jiménez Aranda, la quincallera de “los espejitos” y la modista de San Ignacio, la que tira cervezas en el Bar Jota y la que vive con su Niño, en la parroquia, entre San Francisco y Santa Clara, con Nuño y Domingo arrodillados sobre sus enaguas, al pie de un roble? Roble de la Calzada de calle Oriente, manantial de agua clara, juntito al puente. Cetro y corona, Valvanera María, nuestra Patrona. Panales de oraciones, miel de dulzura, santuario de amores a su hermosura. Caños benditos, Valvanera es la Reina de San Benito.