Violar ya no sale gratis

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Pepa Violeta Pepavioleta
23 jun 2019 / 13:19 h - Actualizado: 23 jun 2019 / 13:29 h.
  • Violar ya no sale gratis

El movimiento feminista está de celebración esta semana tras conocerse el resultado del juicio a la Manada, en el que se condena al grupo por violación y no por abusos sexuales. Un aumento de condena que implica 15 años de cárcel para cada integrante del clan. Esperemos que sean suficientes para que el proceso de reinserción y rehabilitación sea satisfactorio y no echemos por tierra este logro judicial, con reducciones de condena y permisos aleatorios por buena conducta. Este dictamen ejemplarizante, nos vuelve a llenar los pulmones de aire y el corazón de esperanza.

Gracias a esta sentencia, volvemos a confiar en la justicia. Esa que nos ha vuelto la cara demasiadas veces en los últimos años a las mujeres. Los casos de Juana Rivas o Diana Quer, han sido algunos de los muchos ejemplos que nos llegan al recuerdo de desatinos, de sentencias desafortunadas. Experiencias que no han ayudado a consolidar una sociedad que criminalice la violencia hacia las mujeres y persiga a los culpables, sino a cuestionar a las víctimas y dejarlas desnudas de derechos.

El Supremo ha puesto cordura ante tanto desatino, porque no hay mayor fracaso que dictar sentencia y bajar la maza escuchando los gritos del pueblo pidiendo justicia en la calle. Voces que se reproducen y amplifican, con cada caso en el que una mujer en nuestro país sufre las consecuencias de la violencia machista.

El movimiento feminista arropado por otras instituciones, han tomado las calles de forma literal, para que no olvidemos cuál es nuestra responsabilidad como sociedad. La justicia no tiene sentido si no hay mecanismos que regule su eficacia, sino hay auditorias que garanticen transparencia. La justicia no puede llamarse justicia si legisla y sentencia influenciada por un patriarcado omnipresente, que nos condena a seguir legitimando la violencia, restando importancia a actos vandálicos y machistas y cuestionando la veracidad de los discursos de las víctimas.

Cuando los aliados y aliadas del patriarcado reiteran que esta decisión ha sido motivada por la presión de una turba feminista, no me queda otra que apenarme ante tanta ignorancia. Porque es evidente que no han entendido nada. Si algo ha caracterizado al movimiento feminista, ha sido el de despertar conciencias y proteger nuestro Estado de derecho para igualar a hombres y a mujeres, precisamente en una sociedad configurada entorno a la normalización de la supremacía masculina. No somos un lobby de presión que se rinda a intereses particulares y aislados.

Es difícil avanzar sin recular, porque nos hemos llevado demasiados años dormidos, narcotizados ante tanto discurso hegemónico disfrazado de neoliberalismo. Incluso en esta sentencia aparentemente beneficiosa para la víctima hay errores. Los magistrados del Supremo no han dado por buena la interpretación de la Audiencia Provincial de Navarra de que los cinco integrantes de la Manada cometieron "un único delito continuado". "Por la pluralidad de intervinientes y de actos agresivos, la correcta calificación hubiera sido considerar a los acusados autores y partícipes de una pluralidad de delitos”. El tribunal cifra en al menos diez, las agresiones sexuales sufridas por la víctima. El Supremo lamenta que "este extremo no ha sido objeto de impugnación" por ninguna de las partes, lo que le impide modificar la calificación de la sentencia inicial.

Pero esta circunstancia y las palabras del líder de VOX en Andalucía, haciendo referencia a que después de esta sentencia lo más seguro para un hombre va a ser recurrir a la prostitución, no pueden hacernos caer en la pesadumbre. Hemos conseguido muchos logros y el movimiento feminista está imparable, muy a pesar de Serrano. Aquí podemos abrir un gran paréntesis para hablar también de como este machirulo, tacha a las feministas de zorras feminazis, a las mujeres maltratadas de oportunistas que reciben ayudas públicas mintiendo y así un sinfín de frases a cual más espeluznante. Racista, machista y homófobo, todo el pack para el solito. ¿Alguien pidió estas navidades un Trump a la española? Que confiese por favor, porque lo mismo todavía estamos a tiempo de deshacer el deseo.

De qué nos sirve aplaudir a jueces y magistrados por su acertada práctica judicial, si después tenemos a políticos ocupando cargos que cuestionan estas decisiones judiciales, sembrando odio y fomentando el separatismo y el machismo más asqueroso, con faltas de respeto continuadas y salidas de tono que no tenemos que soportar.

La clase política está para representar a la sociedad de forma global, gobiernan para todos y todas, no sólo para sus votantes. Si los propios compañeros de partido se desmarcan de Serrano cada vez que abre la boca, que me expliquen a mi qué hace este señor todavía paseándose por los pasillos del Parlamento, por la casa de un pueblo al que insulta y humilla cada vez que se aburre. Hablar de prostitución como sinónimo de relaciones igualitarias, es lo mas repugnante que he podido escuchar en las últimas semanas. Pagar para cumplir la fantasía masculina de estar violando a una mujer sin consecuencias judiciales, es también violencia sexual. Cuestionable, independientemente de quien legitime este tipo de relaciones, imperdonable en una democracia. La justicia nos ha advertido esta semana que violar a una mujer en este país ya no sale gratis, por favor que alguien le explique a Serrano, que el sexo de pago no es la opción b. Un señor que no conoce el significado de la palabra respeto, no merece el mío y tampoco debería merecer el vuestro.