Virtualidad y ceniza

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Álvaro Romero @aromerobernal1
09 feb 2016 / 17:48 h - Actualizado: 08 feb 2016 / 17:33 h.
"Viéndolas venir"

El alcalde de mi pueblo, que debe demasiadas nóminas a sus trabajadores porque el Ayuntamiento fue asolado por esos vivos de siempre que pasan a la historia de la prescripción y la burla en diferido, recibió la semana pasada a unos niños cuyo programa educativo del cole pretendía mediar en un conflicto que ya ha desembocado en huelga indefinida. Muchos empleados se quejaron enseguida, y con razón, de la celeridad del regidor por recibir a los críos cuando había rechazado sentarse con los afectados, y a uno lo asaltó a continuación la reflexión sobre ese desagradable abismo cada vez más exagerado entre la virtualidad facilona y la realidad desesperante, porque uno de los males más actuales de la sociedad es que estamos acostumbrándonos a resolver los problemas en la espectacularidad digital de las mediaciones y no tanto en la honestidad a secas del cara a cara. De modo que nos resulta más fácil la comunicación perifrástica que la del román paladino; las amistades en las redes sociales que el saludo por la calle; las soluciones televisivas que los resultados en casa.

Y toda esta amalgama de la socialización de plástico tendrá que pasarnos factura, o nos la está pasando ya, sin que nos demos cuenta. Porque ocurren demasiadas cosas feas entre los móviles de nuestros niños sin que nos enteremos a este lado de la pantalla, salvo cuando alguno se precipita al vacío; demasiadas conversaciones sin tino en la alta política estatal que luego se embarran en el encuentro físico; demasiadas relaciones presupuestas que al final fracasan en el carne y hueso.

Nos está matando el humanismo esa higiene petulante de la edición televisiva que elimina los tiempos muertos, las arrugas de expresión y toda la duración que existe entre la verdad sudorosa y la mentira maquillada. Hasta el papa nos ha dado una lección, que en rigor es un aviso, cuando afirma que el mejor ayuno de cuaresma es pagar salarios justos y completos, no en negro. Mañana es Miércoles de Ceniza, un buen día para volver a la realidad.