A la hora de elegir un lugar donde pasar los últimos años de tu vida, lo ideal es que no esté muy lejos de donde tienes a la familia. No ya porque puedas necesitarla sino por si te necesitaran a ti. La familia es lo más importante que tenemos las personas y hay que cuidarla. Luego están las amistades, que no son menos importantes. A veces, un buen amigo puede ser mejor para ti que tus propios hermanos. Teniendo esto en cuenta, estos días he elegido un pueblo de Sevilla donde vivir en pleno campo, La Puebla del Río, localidad a la que siempre estuve unido porque me crié en Palomares y estudie en Coria. La idea de regresar algún día a esas tierras que riega el Guadalquivir era algo más que una idea, era un sueño, porque no me fui por decisión propia sino a la fuerza. Tuvimos que emigrar a la capital para buscar un futuro en la ciudad, como hicieron miles de criaturas en los setenta.
Alguien me ha reprochado ya que me vaya a vivir a un pueblo sin tradición flamenca, como si uno viviera solo de flamenco. Además, esta localidad ribereña es tierra de grandes artistas de la copla, las sevillanas, el toreo, el rejoneo y la música en general. Antoñita Moreno, Loli la Canastera, María de la Colina o Macarena del Río son algunas de sus grandes artistas. Los Romeros de la Puebla formaron parte de mi infancia y adolescencia y aún me sé de memoria gran parte de su repertorio. Son aún mis ídolos y recuerdo que cuando pasaban por Palomares, aunque fuera en coche, corríamos detrás de ellos para verlos alejarse por la carretera de Coria. No es una tierra muy flamenca, pero a lo mejor es algo en lo que puedo colaborar promoviendo la creación de un gran festival de verano o enseñando a los jóvenes la historia de este arte.
Un día hablé de esto con don Ángel Peralta, el gran rejoneador, con el que tuve alguna amistad, y destacó la enorme sensibilidad que tienen los cigarreros y cigarreras para la música, para el arte en general. Por tanto, si al final me hago vecino de La Puebla, algo que tengo ya decidido, trataré de que el flamenco forme parte de su vida cultural.