Y el cielo gritó «Triana»

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05 nov 2018 / 07:52 h - Actualizado: 05 nov 2018 / 07:53 h.

El gentío inundó Triana y abarrotó Sevilla. No hay manifestación más pura que la que trianerizó nuestras calles, con alamares de “ciudad mariana” por excelencia. Una muchedumbre tan sorprendente que parecía quebrar el puente rodeando el palio de majestad sin límites. El que sobre costales, danzaba la alegría de la fiesta, la felicidad de la conmemoración por el que el seo hispalense le abrió sus puertas. Triana la llevó y Triana la trajo hasta el regazo de arrabal que Santa Ana tiene bordado en el delantal corralero de su gloria.

Pasacalle de ida y vuelta, de esparto valiente trabajando entre faldones, sobre el gran códice de 600 años de historia que esta hermandad pintó en el barro de sus creencias y horneó en los corazones ceramistas de su fundación con esmalte de Salves y Ave Marías de plegarias alfareras. En cada paso, un suspiro. En cada suspiro, un recuerdo. En cada recuerdo, un rosario de chicotás de remembranzas, forjadas –a orillas del río- en la fragua trianera del Espíritu Santo, con martillos de fervor sobre yunques de humildad, piedad y veneración, desde que en un corral de Pureza vive la “Señá Santana” al “cuidao” de la belleza, la guapura y la lindeza de María de Triana, la Niña de sus entrañas, una guapa trianera cuya barca marinera tiene por nombre: Esperanza... Doce mástiles de plata, un verde palio de velas con bayonas de alpargatas de cuadrilla costalera, un capataz en la proa, en la popa, contraguías, un manto donde se atoa Triana con su alegría, que no hay barquilla en el río con el garbo y el salero que la que Dios ha “querío” tenga la Reina del Cielo, Capitana Mareante del bajel de nuestras almas donde somos tripulantes de sus ojos fascinantes y de su bella esperanza.

Y es que Triana es “puente y aparte” como Romero San Juan cantara, un puente de alfombra y arte, los Viernes de Madrugada, igual que ayer, hoy y mañana, para María Marinera, por las viejas corraleras, de Esperanza, Coronada.

“Puente y aparte”, su palio, bergantín y relicario, galeón de blancas velas. “Puente y aparte” el rosario que le canta el vecindario a su Esperanza serena. “Puente y aparte” el “sonío” por la orillita del río de la corneta del Vera, legión de las Tres Caídas, “puente y aparte” las bridas de pureza costalera. “Puente y aparte” el caballo que justo al cantar el gallo, forma el revuelo en Campana, “puente y aparte” la danza de trianera fragancia que derrocha y engalana, de verde y oro, vestía, “puente y aparte”, María de Esperanza Soberana, “puente y aparte”, sus ojos, morena y bronce, gitana, “puente y aparte” su boca, “puente y aparte”, su cara, “puente y aparte”, su arte ondeando el estandarte de la Señora Santa Ana, TRIANA, “PUENTE Y APARTE”, “PUENTE Y APARTE”, TRIANA.