La victoria ante el equipo del Cholo Simeone no es más que la consolidación de una candidatura, la del Sevilla Fútbol Club, para aspirar a todo en este curso liguero. Hablar de la posibilidad de luchar por el campeonato nacional da, si me lo permiten, hasta un poco de reparo. Pues ni esa es la lucha del Sevilla ni parece que Barcelona, Real Madrid o Atlético dejen paso a un cuarto en discordia. Pero los números son los que son y, a día de hoy, esa posibilidad está ahí. Es la gran pregunta que ayer se hacía todo el mundo: ¿Será capaz este Sevilla de aguantar el tirón? ¿Está preparado y capacitado para pelear la Liga a los tres colosos?
La respuesta ha sido unánime, hasta para el presidente del Sevilla, José Castro: «Es algo anecdótico y nuestra pelea es estar en la Champions». Seguro que coinciden con el presidente. Ésta no es la pelea de este equipo, pero oiga, que le quiten lo bailao al Sevilla y a su afición. Por un rato fueron mejores que el resto y lideraron esa que llaman la mejor liga del mundo. Y probablemnete hasta sea verdad...
Resulta evidente que las palabras de Castro, como la de tantos jugadores al término del partido, llaman a la cordura. También a la lógica. Resulta imposible creer que, después de todo, sería posible pelear por un objetivo tan fuera de órbita a priori. Un discurso realista en el que los protagonistas quieren bajar al suelo la pelota, no vaya a ser que vuele demasiado alto. Pero en esto del fútbol ya lo hemos visto todo y con el Sevilla de por medio, quién sabe qué puede pasar. Soñar es gratis y el reto parece imposible. Pero... ¿por qué no?
No es ningún delito creer que algún día, después del crecimiento experimentado en esta última década, ese sea realmante el objetivo del Sevilla. A día de hoy, es la realidad palpable. Todos toman al Sevilla como uno más en esa pelea. Entiendo que no quieran añadir presiones a las que de por sí ya conviven día a día con la rutina del vestuario. No es una obligación ni debe exigirse nada a este Sevilla, pero tampoco debe hablarse de ello con la boca chica, que diría aquel. Ni reaccionar a esta pregunta con vergüenza o timidez. Ya lo dijo Sampaoli: «La historia dice que ha sido imposible en los últimos tiempos. Ojalá que tengamos la posibilidad de seguir con esta ilusión, que el tiempo dirá si se puede consolidar o no, pero momentáneamente tenemos la alegría de haber competido de igual a igual como lo hicimos con el Real Madrid o el Barcelona en las supercopas. Hay que seguir construyendo una identidad y que cada uno que venga a este estadio sepa con quién va a jugar. Ganarnos un respeto es en lo que tenemos que seguir insistiendo».
El respeto ya se lo han ganado, ahora toca pelear por mantenerlo y aprovecharlo. No olvidemos que en esto del fútbol lo que hoy es blanco, mañana se torna del color más oscuro posible. A lo anecdótico del liderato virtual durante unas horas hay que añadir que éste es el tercer mejor arranque en la Liga de la historia del Sevilla. Disfruten mientras pueda y sueñen con lo mejor. Si hay un equipo capaz de dar la sorpresa, está claro que es el Sevilla.