Se denomina histórico, aquello que –dice una de sus acepciones– tiene la suficiente importancia y transcendencia como para formar parte de la historia. O, sencillamente, cuando se realiza algo que no es muy habitual, que sólo está al alcance de unos pocos, o que perdura tanto en el tiempo que se antoja complicado que venga otro y lo repita.
No hace falta ser omnisciente para llegar a la conclusión de que el Sevilla FC ha hecho algo histórico, y por ende, pasa a formar parte de la historia y lo hace por los tres motivos.
Hay una constatación clara de lo que está haciendo el Sevilla FC, así lo expresa el último ranking UEFA, donde lo sitúa como el sexto mejor equipo de Europa. Esto ya de por sí es importante, pero si a ello sumamos que lo hace superando a equipos que quintuplican su presupuesto lo convierte en algo excepcional.
¿Cómo es posible competir con la élite europea que se sitúa en torno a los 650 millones de euros de presupuesto (Madrid, Barcelona, Paris Saint-Germain, Juventus, Bayern o Manchester City) frente a los 135 millones del Sevilla? Ello me lleva a la conclusión de que el Sevilla FC, el sevillismo, está hecho de otra pasta.
Y es que el sevillista tiene un ADN diferente, el sevillista no se considera más que nadie pero tampoco menos. Somos autocríticos, inconformistas, peleamos hasta el final, lo queremos ganar todo, no damos una por vencida, somos competitivos, queremos participar queremos vencer, yo no pierdo sino que tú me ganas, y así, con esas premisas y valores surge algo grande, algo histórico, algo para recordar.
Muchos dicen que estamos locos de la cabeza, yo simplemente hago mías las palabras de un adelantado a su época como fue el escritor italiano Carlo Dossi, el cual decía que «los locos abren los caminos que más tarde recorren los sabios».
Bendita locura la nuestra. Así es el Sevilla FC, así somos los sevillistas.
Mientras tanto, ¡sé feliz!