Para quienes trabajan en el mundo de la docencia, la investigación, los derechos humanos, la ecología, el feminismo, la cultura, y otros menesteres.., para quienes evalúan lo que hacen con rigor y solvencia, con el objetivo de aprender siempre a hacer bien los cometidos, y continuar la senda con propuestas de mejoras, evitando errores.
Son los procesos los que validan proyectos, actividades, huelgas, son mucho más fiables que los resultados, el criterio resultante de un producto final es tan supra economicista, que solo se ocupa de competir; y en nuestro caso no es el objetivo. Por eso no necesitamos estándares, ni medidores para reconocer que la Huelga del 8 de Marzo, mucho antes de celebrarse ya ha sido un éxito, un rotundo éxito.
Tan rotundo como el «NO» del PP a la huelga feminista, que tildan de elitista, insolidaria, antioccidentalista, rupturista, irresponsable y promotora del frentismo entre hembras y varones. Ni un minuto para desmontar argumentario tan ridículo y pobre... Nadie debería tener la tentación de pensar que ha sido un lapsus del partido del gobierno. Es tan elemental como que se han empezado a poner algo, solo algo, nerviosos, y han verbalizado histriónicamente semejante declaración, que parece ser, es el tronco argumental de su ideario, y que suelen desdibujar con silencios y condolencias, o con el pasamontañas centrista.
Pero en esta ocasión han sido las mujeres, la Huelga del 8 de Marzo, lo que les ha obligado a retratarse sin retoques, les parecerá sorpresivo... pero los temas de género ya empiezan a ser el algodón para verificar quienes están por acabar con la violencia y las brechas salariales y otras de las mujeres, apostando por una democracia sin exclusiones.
Y por el contrario quienes fabrican justificaciones peregrinas, para perpetuar esta esperpéntica situación, que beneficia a los de siempre, a aquellos que quieren privatizar las pensiones, que amordazan el arte, la música y los libros, que se esconden detrás de los símbolos, ellos y algunos personajes más, son responsables directos y subsidiarios de tener quebrada, nuestra debilísima sociedad.
Es una convocatoria internacional, y no es contra Trump, Merkel o Rajoy, que también; es una huelga para visibilizar y parar la ofensiva contra las mujeres.
La novedad es que en los prolegómenos las adhesiones y el run run de la huelga, están ya en los telediarios, en las redes, en las sedes, en ilustres, en anónimas, en el autobús, y en el mercado. Solo faltaran algunos, pero inevitablemente ya se habían auto descontado.