Anda ufana la izquierda porque casi no queda un resto franquista en Sevilla. El que no se consuela es porque no quiere, Franco nos venció porque aquella izquierda y aquellos republicanos de la guerra civil sin duda fueron heroicos y se defendían de un golpe faccioso pero lo hacían mal, divididos, sin controlar la propaganda y apoyados por Stalin en el que sólo creía el Partido Comunista. Mientras los republicanos luchaban entre ellos y contra los alzados, el bando nacional lo hacía con mando único y férreo y con un eslogan sencillo: Dios, Patria, Justicia. Frente a eso, anarquistas, trotskistas, republicanos nacionalistas y no nacionalistas, comunistas, socialistas... La guerra estaba perdida si además Franco contaba con el apoyo nazi.
Aquello ya pasó, perdimos, la guerra ahora es el presente y el futuro, donde no cabemos todos, el mercado se ha desarrollado de manera increíble por medio de la Inteligencia Artificial que origina que muchos estemos trabajando por caridad o temor a la reacción de los que sobramos, no nos van a meter en cámaras de gas, queda feo. Como la izquierda no tiene nada que oponer al sistema salvo vaguedades y bravuconadas que no sirven porque la gente prefiere votar fascismo a izquierda, la muy ingenua se dedica a cubrir el expediente tachando la historia franquista y llevando todo el día en la boca la solidaridad y el buenismo, predica porque no sabe dar trigo, a eso hemos llegado y yo he dicho adiós, ahí os quedáis con vuestra debilidad mental.
Sin embargo, puestos a quitar resquicios de autoritarismo y otras yerbas, seamos sensatos. Los ilustrados utilizaron la masonería y algunos defendían la supremacía blanca, por tanto, fuera calles y plazas con nombres de ilustrados por elitistas y prosélitos de la desigualdad. Bécquer era un putero, una mujer le envenenó el cuerpo, él lo dijo, ¡al carajo con Bécquer! Machado alabó la Sevilla sin sevillanos, abajo con él por incitación al odio. ¿Miguel de Mañara? Un machista de pro: fuera ese tío. ¿Y la estatua de San Fernando? ¿Un santo por matar moros? ¡A la basura! ¿Calles a Manuel del Valle, Luis Uruñuela, etc.? ¡Qué disparate! ¡La Generación del 78! ¡Carcundia pura! ¿Los Hermanos Quintero? ¡Casposos!
La gran desgracia del mundo es que ha perdido su memoria histórica y una izquierda inocua llega a rematar la faena. Que una plaza se llame General Franco para que podamos decirle a menores y mayores: «Ese señor quiso detener la Historia, era un militar cobarde, y todavía no nos hemos recuperado».