Menú

016

Image
25 nov 2016 / 23:59 h - Actualizado: 25 nov 2016 / 23:59 h.

Que en pleno siglo XXI, que en países europeos calificados como civilizados, una de cada cuatro personas piensen que las relaciones sexuales forzadas podrían estar justificadas, no deja de ser un dato absolutamente preocupante. Las relaciones sexuales, sencillamente, no pueden ser forzadas en ningún caso que se pueda imaginar.

Esto es lo que dice el Eurobarómetro publicado este jueves por la Comisión Europea. Aunque hay mucho más y mucho más sorprendente. Por ejemplo, esa justificación, para que el 27 por ciento de los europeos piensen que se puede violar a una mujer; se encuentra en la ropa, más o menos sexy, utilizada por la mujer; que la resistencia a la violación no sea la suficiente o que la víctima haya bebido alcohol. Un verdadero desastre que convierte a la sociedad europea en una estructura enferma en la que hay que hacer una labor pedagógica intensa y efectiva. No es posible que algo tan serio como una agresión sexual se considere como una reacción ante una provocación de una mujer que consiste en, por ejemplo, acceder a salir con un sujeto (esto también se puede leer en el Eurobarómetro).

Los europeos, en un gran porcentaje, confiesan que la violencia machista es un problema muy habitual. Y, concretamente en España, el informe dice que al 94 por ciento de los ciudadanos nos parece que este problema es inaceptable. La pregunta obligada es cómo es posible que la violencia de género sea un mal tan extendido en nuestro país. Si existiera una concienciación suficiente y real, sobre todo real, las cosas deberían ser de otra forma.

El problema de la violencia de género existe y la intensidad resulta aterradora. Hace un par de días la noticia era que una mujer de Fuenlabrada (Madrid) era asesinada por su novio al ser degollada. Era la víctima número cuarenta en lo que va de año. Si bien es cierto que en, este mismo periodo, el pasado año habían sido asesinadas nueve mujeres más, la cifra sigue siendo escalofriante.

A pesar de los esfuerzos que se están realizando por parte de los organismos públicos, de asociaciones constituidas para remediar este problema; a pesar de las campañas de comunicación, de los teléfonos de ayuda; a pesar de todo, la sociedad no está siendo capaz erradicar una de las lacras más injustificadas y lesivas que arrastramos.

Los ciudadanos tienen a su disposición el 016, un teléfono de información y asesoría jurídica gratuita en funcionamiento las 24 horas. En el caso de los menores, pueden llamar a la Fundación ANAR (Ayuda a Niños y Adolescentes en Riesgo) al número de teléfono 900 20 20 10.