Acostumbrados a las estrecheces

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06 ago 2018 / 23:57 h - Actualizado: 07 ago 2018 / 08:48 h.
  • Acostumbrados a las estrecheces

El Ministerio de Fomento cree haber encontrado la solución provisional –¿cuál no lo es, de un tiempo a esta parte?– al atasco crónico del Puente del Centenario: aprovechar las obras de mantenimiento que hay que hacerle con motivo de sus treinta años y añadir un carril más sin modificar el tablero, sino quitando los arcenes de servicio. Que son, por si alguien no los ha visto, unos minúsculos corredores para que se puedan mover por ahí a pie los operarios cada vez que hay necesidad. Como pasatiempo de ingeniería, sería interesante y hasta divertido ver cómo se podría sacar de ahí todo un carril para el tráfico, si no fuera por la gravedad del caso, en un puente sometido ya desde su origen a las estrecheces y donde conducir a un palmo de un tráiler de dieciséis metros es un auténtico test de estrés incluso cuando medio se puede circular. Se alega que será barato y no habrá que cortar el tráfico. Todo, menos sacar adelante la SE-40 y otros remedios. Pero lo mal hecho mal acaba. Algo especialmente serio cuando el problema no es solo de tráfico, sino también de seguridad.