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Actuar con firmeza frente a la agresión

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20 sep 2017 / 23:38 h - Actualizado: 20 sep 2017 / 23:38 h.
  • Actuar con firmeza frente a la agresión

Cuando la democracia está amenazada gravemente, cuando se produce un golpe de Estado, cuando un colectivo decide que las leyes no son cosa suya, la normalidad desaparece y todo tiende a escorarse hacia el desastre más absoluto.

Comienzan las detenciones, ya se escuchan palabras gruesas, los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado se encuentran en alerta. Algo que se veía venir y que se estaba convirtiendo en clamor popular, no sólo en buena parte de la sociedad catalana sino en toda España.

Es cierto que en algunos lugares se unen al disparate en el que se ha convertido el Procés catalán. En Marinaleda, esta vez, han decidido ponerse del lado de los secesionistas. Es cierto que algunos políticos inexpertos y ventajistas, seguramente intentando salvaguardar un puñado de votos a costa del interés general de los españoles, hacen movimientos absurdos e incomprensibles. Pablo Iglesias ya se ha dejado ver y, definitivamente, se suma a la vergüenza del secesionismo; Pedro Sánchez no puede disimular más tiempo sus ansias por acabar con el Gobierno de Rajoy y decide colocarse en una zona más tibia que la que debería tener un partido como es el PSOE. Todo esto es cierto, pero la realidad indica que el pueblo español está colocado frente a todo lo que represente una ruptura de este tipo y una agresión al Estado de derecho que tanto trabajo ha costado conseguir. No puede ser que unos pocos decidan lo que tienen que hacer o pensar el resto y por más que los malos políticos traten de rentabilizar esta situación tan excepcional, los españoles terminarán hablando en las urnas y pasarán la factura correspondiente a quien proceda.

Todo irá a peor de aquí al día 1 de octubre. No puede descartarse nada y es muy posible que los radicales comiencen a tomar posiciones en las calles buscando fotografías de cargas policiales. El secesionismo catalán necesita mártires con urgencia para justificar que el Estado español es peligroso y totalitario. Es muy posible que las detenciones se multipliquen y los nombres que aparezcan en los medios de comunicación sean más importantes. Todo irá a peor porque los políticos que han embarcado a los catalanes en este proceso de locos es el resultado de una huida hacia delante de los que han cobrado un 3 por ciento. Y sabiendo que el problema les arrasaría decidieron introducir en su discurso una idea que ha ilusionado a parte del pueblo catalán, han jugado con sentimientos que las personas manejan desde la intimidad y les hacen interpretar de una forma distorsionada la realidad. Todo irá a peor porque el disparate hay que desmontarlo dejando claro que el Estado de derecho es poderoso y siempre estará por encima de los que quieren destrozarlo.

Ante la amenaza y la agresión se debe actuar con firmeza. Hasta acabar con todo aquello que representa un peligro para la convivencia y la democracia.