Andalucía siempre fue una tierra acogedora, una tierra que ha podido presumir de su gente, una tierra ideal para vivir. Y esto es algo que no podemos olvidar porque es el anclaje que buscan personas que llegan de lejos, de empresas que necesitan un lugar seguro, bien comunicado, preparado para hacer de la vida de las personas algo que merezca la pena.
Personas y empresas. O empresas y personas. Porque, finalmente, son la misma cosa y, en el mundo de hoy, no pueden existir las unas sin las otras.
Según el Barómetro del Clima de Negocios en Andalucía desde la perspectiva del inversor extranjero, elaborado por la Agencia IDEA, ICEX/Invest in Spain y el International Center for Competitivenses (ICC) del IESE, la inversión extranjera en Andalucía se consolida e irá a más con el paso del tiempo. Este es un dato fundamental para el futuro de la región puesto que garantiza un empleo sostenido en el sector en el que operan estas empresas, una generación de riqueza que beneficia a todos los andaluces y la mejora de una imagen internacional que irá haciendo que los inversores fijen su atención en Andalucía.
La localización geográfica de Andalucía es uno de los factores primordiales por los que los inversores extranjeros quieren estar en Andalucía. No es esto una novedad, pero invita a reflexionar sobre el trabajo que deberían seguir haciendo desde las Administraciones Públicas al ofrecer la marca Andalucía con más fuerza si es posible. Pero, también, el potencial que ofrece el mercado andaluz es atractivo. Tanto como los costes de la mano de obra, las comunicaciones o la inversión en I+D+i por parte de la Junta de Andalucía.
Nuestra tierra tiene mucho a su favor para ser elegida como destino de las inversiones que llegan de otros países. Ahora, cuando parece que se va consolidando con fuerza esa entrada de capital para generar riqueza, es el momento en el que no se puede bajar la guardia y seguir mejorando todo aquello que sea necesario.
La inversión extranjera, que se eleva en Andalucía a 583 millones de euros (cantidad bruta), necesita una revisión de la carga burocrática, de la fiscalidad, de los costes a la Seguridad Social o de cualquier elemento susceptible de mejora. Si el 96 por ciento de los empresarios consultados en el barómetro han afirmado que estabilizarán o mejorarán sus inversiones, toca dar a cambio las mejores de las facilidades para que así sea.
Andalucía es una buena tierra. Así es y así debe darse a conocer. Andalucía tiene un futuro prometedor y es necesario construirlo entre todos, dibujarlo a base de esfuerzo. Como siempre ha sido y como siempre será.