Finalmente la Comisión Europea (CE) propuso ayer cancelar la multa a España por no haber tomado medidas eficaces para cumplir los objetivos de reducción del déficit público. De esta forma, Madrid, y también Lisboa, se libran in extremis de convertirse en los dos primeros estados miembros de la UE sancionados por déficit excesivo. La decisión de Bruselas supone una victoria para el Gobierno español y, particularmente, para el ministro de Economía en funciones, Luis de Guindos, que lleva semanas negociando con el objetivo de evitar la multa. Sin embargo, y pese al optimismo que mostró De Guindos ante la prensa, el dictamen favorable conlleva una contraprestación: la Comisión Europea propuso conceder dos años más a España para que sitúe el déficit por debajo del tres por ciento del PIB, pero a cambio le exige ajustes por valor del 0,5 por ciento del PIB en 2017 y 2018, es decir más de 10.000 millones de euros. Un panorama que exige explicaciones contundentes y no medias verdades.