Compromiso ante el calentamiento global

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05 sep 2017 / 23:11 h - Actualizado: 06 sep 2017 / 07:31 h.
"Medio ambiente"
  • Compromiso ante el calentamiento global

Si bien es cierto que las amenazas armamentísticas traen en jaque a la comunidad internacional, el calentamiento global y sus consecuencias es el otro factor por el que el planeta Tierra se puede considerar en serio peligro. Ambas son las dos únicas formas conocidas de destruir la Tierra y pueden darse por ciertas y posibles. El arsenal nuclear que se encuentra almacenado en los diferentes países que poseen esa tecnología, si fuese utilizado, sería tan destructivo como pueden llegar a ser los efectos del calentamiento global de aquí a unos años. Son equiparables y su poder destructivo es incalculable.

Está claro que los gobiernos de todo el mundo deben concienciarse de la importancia que pueden acarrear estos problemas. Pero, en el caso del calentamiento global, los ciudadanos tenemos la obligación de ser parte de la solución. Lamentablemente, lo que tiene que ver con las armas no puede ser controlado por nadie que no sean los dirigentes.

Utilizar un ascensor cuando no es necesario, dejar un grifo abierto sin justificación alguna o no ser cuidadosos con el reciclado de residuos agrava mucho una situación que, según los expertos, ya no puede detenerse y que no tiene solución. Tendrían que pasar miles de años para que la Tierra volviese a un estado ideal para la vida y solo sucedería si la emisión de gases se redujese a cero. Sin embargo, se puede frenar el efecto que sin duda será la causa por la que el único lugar en el que la raza humana puede vivir se destruya.

En el caso de España la desertización avanzará ostensiblemente y Sevilla, en concreto, pasará a ser un paisaje muy parecido a los que hoy podemos ver en el norte de África. El sur de nuestro país es una de las zonas abocadas a recibir el problema con mayor rapidez.

Es curioso comprobar cómo los gobiernos no colocan el calentamiento global al mismo nivel que una posible guerra nuclear o como la población mundial, de forma general aunque con excepciones, no intuye la dimensión del problema a pesar de las alarmas y de los avisos de la comunidad científica. La supervivencia de la raza humana está en juego. Las próximas generaciones tendrán un problema de abastecimiento de agua más que serio, los alimentos no serán suficientes para alimentar a todos y el planeta seguirá descomponiéndose sin remedio. Es necesario que se cumplan los acuerdos internacionales en materia de medio ambiente con urgencia.