Cuestión de sensaciones

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14 ago 2018 / 23:47 h - Actualizado: 14 ago 2018 / 23:47 h.
  • Cuestión de sensaciones

Sevilla prácticamente se vacía en agosto y, salvo honrosas excepciones –como la de hoy, con la procesión de la patrona, la Virgen de los Reyes, que congrega a multitud de sevillanos– el resto del mes se convierte en una ciudad cuasidesértica. Carretera y playa, como diría aquel. Esa desbandada hace que Sevilla sea un destino predilecto para los cacos que hacen su agosto, nunca mejor dicho, con lo ajeno. Al respecto, el alcalde, Juan Espadas, no se anduvo con remilgos y reconoció que los últimos sucesos, como la ola de alunizajes en centros comerciales de la capital y su entorno metropolitano, contribuyen a generar una «sensación de inseguridad». Aunque sean sensaciones, estas no se deben minimizar aunque haya una pila de estadísticas –oficiales todas ellas– que aseguran que los robos han caído en más de un 15 por ciento en el primer semestre. Sevilla puede que no esté en situación de alarma, pero necesita de nuevas estrategias y, sobre todo, más agentes policiales para contrarrestar estos picos de sierra de robos y atracos que sufre de manera cíclica la capital hispalense.