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Enseñar español en Cataluña

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16 feb 2018 / 21:58 h - Actualizado: 16 feb 2018 / 22:00 h.
  • Enseñar español en Cataluña

Si el Gobierno aprovecha el artículo 155 para dinamitar la inmersión lingüística se hará evidente su voluntad de continuar haciendo daño a Cataluña, así como nuestra irresponsabilidad de no haber formado todavía un gobierno». Con este mensaje en Twitter expresaba Joan Tardà cómo ve las cosas. Tardà, republicano e independentista convencido, condensaba en esas líneas el problema fundamental que se vive en Cataluña y las posibles consecuencias.

Lógicamente Tardà y el resto de independentistas catalanes se agarran a un discurso mentiroso y tóxico. Porque el Gobierno de España, ni el actual ni ningún otro, tiene o ha tenido voluntad de hacer daño en Cataluña. Al contrario. Aunque Tardà, en este mensaje publicado en las redes sociales, sí atina cuando habla de gran irresponsabilidad por parte de los independentistas al no haber formado Gobierno. La parálisis política en Cataluña comienza a ser más que preocupante y afecta de forma muy negativa a la economía de esa comunidad autónoma. En realidad, Tardà no se refiere a esa parálisis ni al daño que está provocando. El diputado de ERC habla de la inmersión lingüística, de lo peligroso que resulta para los intereses secesionistas que se pongan las cosas en orden y se evite que en Cataluña algunos de sus políticos sigan instalados en el territorio en el que las leyes se las pueden saltar dependiendo de cuáles son sus intereses.

El año 2010 el Tribunal Constitucional sentenciaba que el castellano debía ser idioma vehicular del mismo modo que lo es el catalán en esa comunidad autónoma. Esta es una demanda que la Generalitat nunca ha atendido y, por el contrario, si ha realizado algún gesto ha sido para convertir este derecho en algo difícil de gestionar, farragoso y una marca para el alumno en cuestión.

La realidad es que la lengua vehicular en Cataluña es el catalán. En primaria se reservan dos horas para el aprendizaje del castellano, tres en secundaria y dos en bachillerato. Los profesores pueden elegir la lengua en la que impartan sus clases del resto de asignaturas. Tratándose de una parte del territorio nacional español, no parece que sea demasiado tiempo el que se dedica a la enseñanza del castellano. Parece, más bien, una auténtica anomalía.

Tardà en su mensaje alerta a sus seguidores: el artículo 155 de la Constitución fue aplicado en su momento y no decaerá hasta que no se forme un Gobierno autonómico legal y democrático. Y lo hace porque en este momento, guste más o menos, el conceller de Enseyament se apellida Méndez de Vigo y es ministro del Gobierno de Rajoy. Lo que es incomprensible es que el ministro esté estudiando la posibilidad de incluir la llamada casilla lingüística con la que los padres podrían elegir el español como lengua vehicular. ¿Qué tiene que estudiar el ministro? El señor Méndez de Vigo debe aplicar la ley. Solo eso. Y si el TC ya dijo que el castellano debe ser vehicular no hay nada que discutir.

Rajoy prefirió una aplicación del artículo 155 suave. Se equivocó al dejar intacta la maquinaria propagandística en las que se han convertido la televisión y la radio autonómicas. Volvería a errar si no aprovecha la oportunidad de aplicar la ley ya que los distintos gobiernos de la Generalitat no han querido hacerlo.

La gran mayoría de los españoles no piden nada que no sea la aplicación de la ley. Y Rajoy no puede permitirse el lujo de no hacerlo.

«Si el Gobierno aprovecha el artículo 155 para dinamitar la inmersión lingüística se hará evidente su voluntad de continuar haciendo daño a Cataluña, así como nuestra irresponsabilidad de no haber formado todavía un gobierno». Con este mensaje en Twitter expresaba Joan Tardà cómo ve las cosas. Tardà, republicano e independentista convencido, condensaba en esas líneas el problema fundamental que se vive en Cataluña y las posibles consecuencias.

Lógicamente Tardà y el resto de independentistas catalanes se agarran a un discurso mentiroso y tóxico. Porque el Gobierno de España, ni el actual ni ningún otro, tiene o ha tenido voluntad de hacer daño en Cataluña. Al contrario. Aunque Tardà, en este mensaje publicado en las redes sociales, sí atina cuando habla de gran irresponsabilidad por parte de los independentistas al no haber formado Gobierno. La parálisis política en Cataluña comienza a ser más que preocupante y afecta de forma muy negativa a la economía de esa comunidad autónoma. En realidad, Tardà no se refiere a esa parálisis ni al daño que está provocando. El diputado de ERC habla de la inmersión lingüística, de lo peligroso que resulta para los intereses secesionistas que se pongan las cosas en orden y se evite que en Cataluña algunos de sus políticos sigan instalados en el territorio en el que las leyes se las pueden saltar dependiendo de cuáles son sus intereses.

El año 2010 el Tribunal Constitucional sentenciaba que el castellano debía ser idioma vehicular del mismo modo que lo es el catalán en esa comunidad autónoma. Esta es una demanda que la Generalitat nunca ha atendido y, por el contrario, sí ha realizado algún gesto ha sido para convertir este derecho en algo difícil de gestionar, farragoso y una marca para el alumno en cuestión.

La realidad es que la lengua vehicular en Cataluña es el catalán. En primaria se reservan dos horas para el aprendizaje del castellano, tres en secundaria y dos en bachillerato. Los profesores pueden elegir la lengua en la que impartan sus clases del resto de asignaturas. Tratándose de una parte del territorio nacional español, no parece que sea demasiado tiempo el que se dedica a la enseñanza del castellano. Parece, más bien, una auténtica anomalía.

Tardà en su mensaje alerta a sus seguidores: el artículo 155 de la Constitución fue aplicado en su momento y no decaerá hasta que no se forme un Gobierno autonómico legal y democrático. Y lo hace porque en este momento, guste más o menos, el conceller de Enseyament se apellida Méndez de Vigo y es ministro del Gobierno de Rajoy. Lo que es incomprensible es que el ministro esté estudiando la posibilidad de incluir la llamada casilla lingüística con la que los padres podrían elegir el español como lengua vehicular. ¿Qué tiene que estudiar el ministro? El señor Méndez de Vigo debe aplicar la ley. Solo eso. Y si el TC ya dijo que el castellano debe ser vehicular no hay nada que discutir.

Rajoy prefirió una aplicación del artículo 155 suave. Se equivocó al dejar intacta la maquinaria propagandística en las que se han convertido la televisión y la radio autonómicas. Volvería a errar si no aprovecha la oportunidad de aplicar la ley ya que los distintos gobiernos de la Generalitat no han querido hacerlo.

La gran mayoría de los españoles no piden nada que no sea la aplicación de la ley. Y Rajoy no puede permitirse el lujo de no hacerlo.