Menú

Fin a la violencia homófoba

Image
22 may 2018 / 23:45 h - Actualizado: 22 may 2018 / 23:45 h.
  • Fin a la violencia homófoba

La Agencia Europea de Derechos Fundamentales calcula que solo el 10 por cierto de las personas que integran el colectivo LGTBI denuncian las agresiones que sufren. Este es un porcentaje excesivamente bajo y no ayuda a acabar con situaciones injustas, de exclusión, acoso o discriminación. La única forma de que la situación pueda valorarse en su justa medida es sabiendo qué es lo que sucede en realidad. Y eso se lograría si todos las lesbianas, gais, transexuales y bisexuales denunciasen ante la justicia todo aquello que impide una convivencia ordenada y en paz.

Si bien es cierto que cada día se suman personas a esa corriente que defiende no ocultar la condición sexual, lo es también que los incidentes homófobos van aumentando. A pesar de haber mejorado mucho el nivel de integración con normalidad en la sociedad de las personas que forman el colectivo LGTBI (ya hace más de cuarenta años que, afortunadamente, la homosexualidad se dejó de incluir en el manual de enfermedades mentales) siguen existiendo países que castigan esa homosexualidad muy duramente, incluso con la muerte. En España no se persigue a nadie al declarar su identidad sexual, sea cual sea, pero se producen agresiones y situaciones tremendamente injustas cada día. Es algo con lo que hay que acabar lo antes posible. No hace falta decir que los países en los que la agresión a lesbianas, gais, transexuales y bisexuales se acepta sin reparos por parte de la sociedad y, en muchas casos, de los Gobiernos, deberían ser advertidos por la comunidad internacional puesto que los derechos humanos están por encima de cualquier otra cosa.

Es absurdo que en 75 países puedan encarcelar a personas por no ser heterosexuales. Es una brutalidad que en 13 de ellos alguien pueda ser ejecutado por esa misma razón. Pero tampoco es aceptable que en España no se trate del mismo modo a un homosexual que a un heterosexual. Esa discriminación debe acabar inmediatamente. Por ello, es muy importante que se escuche ese llamamiento a la denuncia, que hacen las organizaciones LGTBI, cuando se producen agresiones o situaciones de odio o injustas o acosos. Es la única forma de perseguir a los culpables.