Francia de ejemplo

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24 abr 2017 / 23:52 h - Actualizado: 25 abr 2017 / 07:26 h.
  • Francia de ejemplo

Los gobiernos europeos pudieron descansar tranquilos la noche del domingo. Emmanuel Macron lograba un resultado más que aceptable que le dibuja como el próximo presidente de la República francesa. Los candidatos del partido republicano y del partido socialista, tras aceptar la derrota, se apresuraban a pedir el voto para Macron en la segunda vuelta. Sería una verdadera sorpresa y, de paso, una hecatombe de grandes dimensiones, si Marine Le Pen lograse arrebatarle una victoria en esa segunda vuelta.

Macron, con su formación En Marche!, a sus 39 años, ha logrado dar respuesta a las inquietudes de los franceses. Tanto los republicanos como los socialistas han sido incapaces de hacerlo y el correctivo que han recibido ha sido duro. En especial, el Partido Socialista ha cosechado un resultado humillante que les coloca en una situación delicadísima que, en el caso de no poder resolver, les obligará a tomar medidas drásticas. Tal vez refundar el partido sea una de ellas.

Macron ha querido sumar lo mejor de unos y otros en su apuesta centrista; liberal en lo económico, progresista en el plano ideológico. Una alternativa moderna, europeísta, aperturista y lejana a los populismos. Macron ha terminado con la hegemonía de los dos partidos que han ido alternándose en el poder desde el final de la II Guerra Mundial con un partido político que apenas cumple un año de existencia.

Sin duda es una excelente noticia que solo queda empañada por el segundo puesto de Marine Le Pen. Un discurso en el que la patria de los de casa, el trabajo para los de casa, los beneficios para los de casa y el dibujo del extranjero como enemigo peligroso, ha calado entre los votantes más indignados y hartos de una política que no ofrecía nada que no fuera corrupción, divisiones internas y más de lo mismo. Francia es el reflejo de lo que está sucediendo en el resto de Europa y en distintos puntos del planeta. Pero Francia debe servir de ejemplo para que la sensatez y la prudencia del electorado se hagan presentes cuando se realiza el gesto de introducir la papeleta en la urna. Y la mala noticia no queda aquí puesto que la segunda vuelta la ganará con holgura el candidato Macron, pero el problema será que la mayoría en el parlamento francés estará muy lejos para Macron. Tendrá que pactar y eso hará que el mandato esté condicionado por fuerzas políticas que defienden otros modos de hacer e ideas más colocadas en los extremos.

Francia, miembro fundador de la Unión Europea y una de las mayores potencias económicas del mundo, ha dado una lección democrática y muestras de una madurez ideológica envidiable. No hay que olvidar que el terrorismo está golpeando duramente a ese país, que las dificultades son muchas. Y con esa lección nos indica el camino al resto de los países europeos que deben luchar contra los populismos, el terrorismo, la xenofobia y el racismo.