Igualdad y equilibrio

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21 ene 2018 / 20:40 h - Actualizado: 21 ene 2018 / 20:40 h.
  • Igualdad y equilibrio

El movimiento #Metoo está sirviendo para desenmascarar a muchos que han cometido abusos, está sirviendo y servirá para que en el ámbito laboral de reduzcan los casos de acoso y abuso sexual; tendrá que ser útil para que las mujeres no tengan que pasar, después de la violencia del abuso, por la vergüenza de una denuncia que pone en entredicho la versión de la persona que ha sufrido esa violencia. El movimiento #Metoo debería ser el punto de partida para que las sociedades luchen, otra vez y de otra forma, contra una desigualdad entre hombres y mujeres que parece crónica e imposible de erradicar.

Debería ser motivo de reflexión algo muy evidente: los sistemas judiciales no han funcionado, no han sido eficaces para que las denuncias por abusos y acoso se canalizasen a través de estos. Ha tenido que ser la sociedad, utilizando las nuevas tecnologías y aprovechando su potencia, la que ha buscado un nuevo camino que sirviera para acabar con un gran problema.

Ahora bien, ya que cualquier movimiento está expuesto a que se cometan errores de bulto y se produzcan daños irreparables, es necesario que la presunción de inocencia siga siendo inmutable y la labor judicial no puede ser tachada de errónea o inservible. El caso de Woody Allen es uno de esos asuntos. Coloca la duda sobre la mesa y, además, todos los problemas que se pueden originar si movimientos como #Metoo crecen sin control.

La hijastra de Allen, Dylan Farrow, denunció en 1992 unos supuestos abusos sexuales por parte de su padrastro. Dylan Farrow vuelve, ahora, a denunciar esos presuntos abusos y la comunidad compuesta por los profesionales del cine se han colocado enfrente de Woody Allen. El problema es que la causa de Dylan Farrow contra Allen ha sido sobreseída en dos ocasiones y eso convierte al director de cine en inocente.

Es necesaria una clara igualdad entre hombres y mujeres, además del cese de los acosos y de los abusos sexuales en todos los ámbitos; tanto como el respeto por las decisiones judiciales y por la presunción de inocencia. De otra forma, un grave problema lo estaríamos sustituyendo por otro.