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La parcela de la calle Padre José Sebastián Bandarán vuelve a tener opciones de albergar la comisaría del Polígono Sur. / El Correo
Hace años, por no decir décadas, que el Gobierno central, la Junta de Andalucía y el Ayuntamiento de Sevilla se comprometieron con los vecinos del Polígono Sur a dotar al barrio, entre los cinco más pobres de España y con uno de los índices de criminalidad más altos de Sevilla, con una comisaría de la Policía Nacional. Finalmente, después de una larga espera, los vecinos se quedaron compuestos y sin novia. O lo que es lo mismo, sin comisaría dentro del barrio. El ministro Zoido situó dicha infraestructura 200 metros fuera del Polígono Sur. Una ubicación que no se llegó a explicar con claridad o, al menos, con la suficiente para que estos ciudadanos llegaran a comprenderla y, no decimos ya, a compartirla. Esos 200 metros, que algunos pueden considerar una minucia para semejante polémica, son la gota que colma el vaso tras décadas de incumplimientos. El nuevo Gobierno, como adelantó este periódico, ha encargado un informe para ver si técnica y jurídicamente es posible paralizar el concurso. Los vecinos no perdonarían que ese informe fuera la excusa para asestar otro golpe más a un barrio duramente castigado.