No más obstáculos

Image
23 abr 2018 / 21:35 h - Actualizado: 23 abr 2018 / 21:49 h.
  • No más obstáculos

Ana Pastor, presidenta del Congreso de los Diputados, ha tenido que dar un toque de atención a Sus Señorías porque, por lo que parece, el camino elegido por la oposición es crear un número absurdo de comisiones parlamentarias que terminen siendo la base de algo parecido a un Gobierno con sede en el propio Congreso de los Diputados y que, si es que eso es posible, pueda hacer las veces de Gobierno de la nación con carácter parlamentario o algo parecido.

Los diputados utilizan buena parte de su tiempo y de los recursos que tienen a su disposición en estas comisiones y subcomisiones. Sin duda, algunas de ellas están perfectamente justificadas, pero que existan 41 en activo a fecha de hoy parece excesivo, difícil de rentabilizar e imposible de justificar. Si están dedicados a estas labores los diputados ¿quién está dedicando el tiempo y los recursos a dictar, proponer y aceptar normas que hagan avanzar al país?

La oposición tiene ganas de gobernar y eso es algo lógico. Pero no puede caer en la trampa del exceso de comisiones que paralicen la legislatura en lugar de ser útiles para controlar la gestión del Gobierno. Entre otras cosas, no debe caer en esa trampa porque son los ciudadanos los grandes perjudicados de estos movimientos que no son especialmente necesarios.

El Gobierno debe gobernar y la oposición cuestionar, desde la reflexión y la sensatez, lo que vaya haciendo el Ejecutivo. Todo lo que no sea eso, todo lo que entorpezca o impida avanzar al país, debe quedar abandonado de forma instantánea.

Ana Pastor, presidenta del Congreso de los Diputados, ha tenido que dar un toque de atención a Sus Señorías porque, por lo que parece, el camino elegido por la oposición es crear un número absurdo de comisiones parlamentarias que terminen siendo la base de algo parecido a un Gobierno con sede en el propio Congreso de los Diputados y que, si es que eso es posible, pueda hacer las veces de Gobierno de la nación con carácter parlamentario o algo parecido.

Los diputados utilizan buena parte de su tiempo y de los recursos que tienen a su disposición en estas comisiones y subcomisiones. Sin duda, algunas de ellas están perfectamente justificadas, pero que existan 41 en activo a fecha de hoy parece excesivo, difícil de rentabilizar e imposible de justificar. Si están dedicados a estas labores los diputados ¿quién está dedicando el tiempo y los recursos a dictar, proponer y aceptar normas que hagan avanzar al país?

La oposición tiene ganas de gobernar y eso es algo lógico. Pero no puede caer en la trampa del exceso de comisiones que paralicen la legislatura en lugar de ser útiles para controlar la gestión del Gobierno. Entre otras cosas, no debe caer en esa trampa porque son los ciudadanos los grandes perjudicados de estos movimientos que no son especialmente necesarios.

El Gobierno debe gobernar y la oposición cuestionar, desde la reflexión y la sensatez, lo que vaya haciendo el Ejecutivo. Todo lo que no sea eso, todo lo que entorpezca o impida avanzar al país, debe quedar abandonado de forma instantánea