Razones peregrinas

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16 ago 2017 / 08:00 h - Actualizado: 16 ago 2017 / 09:22 h.
"Virgen de los Reyes","El desafío catalán"
  • Un momento de la procesión de la Virgen de los Reyes. / Jesús Barrera
    Un momento de la procesión de la Virgen de los Reyes. / Jesús Barrera

Las comitivas de peregrinos que en la madrugada de ayer iban a pie desde los pueblos hasta Sevilla para saludar a la Virgen de los Reyes, patrona de la diócesis, en su día más grande, mantenían vivo algo más importante y sagrado que una tradición –en este caso, de espectacular belleza y de profundas raíces religiosas–: la demostración de la fuerza y el poder de la voluntad, de la constancia y de la firmeza de las propias convicciones, frente a los cantos de sirena del relativismo imperante, tan seductor, que insiste en decirnos que nada es lo suficientemente importante como para molestarnos demasiado por ello. Escribió el autor de El Principito que «el mundo entero se aparta cuando ve pasar a un hombre que sabe adónde va». Si Saint-Exupéry hubiera vivido para estar ayer en Sevilla, habría visto –un año más– apartarse al mundo para abrir paso a cientos de mujeres y hombres conscientes de cuál es su camino y decididos a recorrerlo. Una de las acepciones de la palabra peregrino en el diccionario es absurdo y sin sentido. Puede que a muchos se lo parezca. Pero también significa hermoso y perfecto. Y quienes así lo entienden forman parte del milagro de cada 15 de agosto.