Ayer se celebró el acto de entrega oficial del primer avión A400M al Ejército del Aire. Y fue la Ministra de Defensa, María Dolores de Cospedal la que presidió un acto tan esperado como importante para Sevilla.
El evento tuvo lugar en el Centro de Entregas de Airbus Defence and Space, situado en la planta de San Pablo Sur de Sevilla.
A pesar de las políticas de recortes y de la falta de presupuesto, la renovación de la flota del Ejército del Aire de España era una necesidad evidente. Los aviones C-130 están obsoletos y los costes de mantenimiento y funcionamiento son excesivos. Los A400M, por ejemplo, serán capaces de transportar el doble de carga en la misma distancia, o la misma carga al doble de distancia. Pero, también, pueden servir como aviones tácticos de reabastecimiento aire-aire suministrando combustible a otras aeronaves de transporte, incluyendo otros A400M. Esto entre otras mejoras ostensibles que aporta el nuevo avión. La incorporación de este modelo es una mejora sustancial de la flota del Ejército de Aire español.
Para Sevilla, además, todo el programa de fabricación de este modelo de avión ha supuesto la generación de empleos, de riqueza y la creación de una imagen difícil de conseguir de otra forma cualquiera. Sevilla se ha convertido en eje fundamental de todo el proyecto albergando la línea de ensamblaje, el centro de ensayos de vuelo y el centro de entrenamiento de tripulaciones y personal de tierra. Participan 1.100 trabajadores de Airbus (en las factorías de San Pablo y de Tablada) y sumando el personal de Getafe (Madrid) y Centro Bahía de Cádiz (El Puerto de Santa María, Cádiz) ese personal se eleva a 1.600 efectivos.
España es el sexto país que incorpora este aparato, ensamblado en Sevilla, a su fuerza aérea.
Dolores de Cospedal, sustituta de Pedro Morenés al frente del Ministerio de Defensa (segunda mujer en ocupar este cargo después de la socialista Carme Chacón cuando era presidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero será, de momento, la encargada de que este proyecto se lleve a cabo hasta el final. Un proyecto que depende, en gran medida, del éxito de la campaña de exportación o, lo que es lo mismo, del éxito de ventas a distintos países por parte de Airbus. Un proyecto que, del mismo modo, es absolutamente dependiente de la política presupuestaria que se realice en el Ministerio de Defensa.
En cualquier caso, hay que celebrar que sea Sevilla el centro neurálgico de una propuesta verdaderamente importante que marcará el futuro de la industria aeronaval sevillana durante muchos años.